ELECCIONES GALLEGAS

Zapatero y Rajoy usan la campaña para enfrentarse por la operación Gürtel

Por Alejandro Requeijo2 min

España22-02-2009

La falta de intensidad en la campaña para las elecciones gallegas ha servido al presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero ,y al líder de la oposición, Mariano Rajoy, para lanzarse mensajes a cuenta de la operación Gürtel que desmanteló una trama de corrupción en la que hay implicados varios dirigentes del PP.

Los populares consideran la investigación una “cacería” contra el partido al que se está sometiendo a una “causa general“. "Que sepan que ni la democracia ni el Gobierno que presido van a consentir que se intimide ni a jueces ni a fiscales ni a policías en la lucha contra la corrupción; no se va a permitir”, replicó Zapatero desde Vigo. Minutos después Rajoy, en Lugo, contestó al presidente que “lo que tiene que hacer es garantizar la imparcialidad de la Justicia, y evitar que el ministro se vaya de caza con un juez que fue compañero de escaño“. Todo esto con unas elecciones gallegas como excusa en las que los principales candidatos mantienen las dudas que arrojan los ajustados sondeos de intención de voto. Estas encuestas dicen que el PP de Alberto Núñez Feijoo tiene asegurada la mayoría en los comicios, pero no el margen suficiente para gobernar en solitario. Por una estrecha diferencia de escaños los socialistas de Emilio Pérez Touriño y los nacionalistas del BNG liderado por Anxo Quintana podrían reeditar el pacto de Gobierno actual. Por ello, ninguno de los candidatos deja margen a la improvisación. La anécdota la protagonizó precisamente el líder nacionalista Anxo Quintana. A uno de sus mítines fue trasladado un grupo de jubilados que inicialmente habían sido invitados a una excursión a Portugal. Cual fue su sorpresa cuando se encontraron en un acto electoral de Quintana. Algunos de los accidentales invitados no dudaron en abandonar la sala. Pese a esta cuestión, Quintana es el candidato que más tensión le está imprimiendo a la campaña. Tanto que en uno de sus mítines se refirió a Feijoo y a Rajoy como rémoras de la "Administración franquista" y les criticó porque ,según dijo, “les da asco el gallego”. Por su parte, Touriño, aseguró su intención de regular por ley la celebración de debates electorales después de que en esta ocasión no haya sido posible. La propuesta era un encuentro a tres con los principales candidatos, pero Feijoo se negó a ese formato. Ante esto Touriño acusó al popular de emplear "excusas de mal pagador".