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IRÁN

Ahmadineyad celebra los 30 años de la Revolución con guiños al diálogo

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional15-02-2009

Irán celebró la pasada semana el 30 aniversario desde que el movimiento disidente encabezado por el ayatolá Jomeini derrocase al sha de Persia Mohamed Reza Pahlevi para instaurar un régimen teocrático en Irán. El país de Oriente Medio pasó entonces de un política de seguidismo a Estados Unidos, dado que Pahlevi asumió la Presidencia del país tras un golpe de Estado apoyado por Washington, a convertirse en un agudo dolor de cabeza para los norteamericanos desde el mismo momento de la victoria de la Revolución Islámica.

Sin embargo, 30 años después, ese antagonismo que ha caracterizado la relación entre ambos países en los últimos tiempos podría cambiar. Al menos eso es lo que se desprende del discurso a la nación elaborado por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, con motivo del aniversario de la Revolución. Ante miles de personas con pancartas en las que podía leerse “abajo con Estados Unidos” o “muerte a Israel”, el mandatario persa contestaba a la invitación de Obama que ofrecía “contactos directos para dar una nueva dirección en las relaciones entre ambos países” afirmando que Teherán está abierta “a un diálogo basado en el respeto mutuo.” "La nueva Administración de EE.UU. ha anunciado que quiere un cambio y que va a seguir el camino del diálogo. Está claro que el cambio debe ser fundamental y no sólo táctico. Está claro que la nación iraní da la bienvenida a los cambios verdaderos", preconizó Ahmadineyad. No obstante, pese al tono cordial de sus declaraciones hacia Estados Unidos, el contenido del resto del discurso del presidente iraní no ofrecía buenas sensaciones para pensar en un cambio en la relación entre Occidente y Teherán. Y es que Ahmadineyad ha puesto como condiciones para un hipotético diálogo el respeto al plan nuclear de su país y la retirada de tropas internacionales de Iraq y Afganistán. Además, el mandatario persa no escatimó en críticas contra Occidente respecto al trato que ha dado a Irán durante los últimos años. “Las potencias, todas unidas, nos han impuesto las sanciones más duras de la historia, incluyendo el cierre de la yugular bancaria, han amenazado con la fuerza militar y todos juntos no han podido imponer su voluntad al pueblo iraní". Un discurso populista y nacionalista una semana después del lanzamiento del primer satélite iraní que Ahmadineyad cerró con un mensaje llamativo. "Anuncio oficialmente hoy que la nación iraní es una verdadera y genuina superpotencia", dijo el mandatario.