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REUNIONES CON BATASUNA

Ibarretxe pide ahora que se celebre el juicio para demostrar su inocencia

Por Elena SagredoTiempo de lectura2 min
España09-01-2009

Si en un principio el líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV) , Iñigo Urkullu, mostraba su descontento sobre este juicio ya que le consideraba como "un gran desatino" por procesar a quienes se limitaron a entablar "un diálogo político", ahora el descontento y el enfado es alternado con la tranquilidad y con el deseo de que el juicio se celebre hasta el final. A menos de dos meses de que los vascos acudan a las urnas, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, cambia de estrategia para, según dice, demostrar su inocencia.

Por primera vez en la historia, un lehendakari se ha sentado en el banquillo de los acusados. Aunque la Fiscalía no ha encontrado indicios de delito, ha bastado la denuncia como acusación popular del Foro Ermua y Dignidad y Justicia para llegar al juicio. A mes y medio de las elecciones vascas, Juan Jose Ibarretxe, el candidato socialista a las elecciones, Patxi López, y el dirigente también socialista Rodolfo Ares se enfrentan a penas de prisión e inhabilitación por las reuniones que mantuvieron durante el 2006 durante la tregua de ETA, con la ya ilegalizada formación política proetarra Batasuna. El procedimiento penal hace referencia a las reuniones mantenidas por el lehendakari con representantes de Batasuna tanto el 19 de abril de 2006 como el 22 de enero de 2007, así como al encuentro del 6 de julio de 2006 entre dirigentes socialistas vascos y la formación abertzale. La “tranquilidad” manifestada por López estos días por creer que el inicio del juicio "no tenga consecuencias" debido a que "aquella reunión tenía un objetivo noble" contrasta con el precoz enfado del Partido Nacionalista Vasco (PNV) quién consideró la inculpación del lehendakari como " una humillación" para "buena parte de la sociedad vasca”. Sin embargo, esa humillación que antes consideraba sobre el juicio ha sido cambiada. El lehendakari ha pedido que se celebre la vista oral hasta el final a fin de demostrar que la actuación de todos ha sido siempre legítima. “Queremos ganar por razones jurídicas y materiales y porque nos asiste la razón. Frente al diálogo no puede haber cárcel, sino frente al diálogo, diálogo", afirmaba Miguel Casas, abogado de Ibarretxe. Arropados ambos por todos los miembros de sus partidos, se han sentado en el banquillo de los acusados, un banquillo que ha sido y será el centro de atención para los 140 periodistas, entre ellos extranjeros, que han sido acreditados para ser testigos de este juicio. Aunque la Fiscalía argumenta que no existen perjudicados de esas reuniones ni tampoco ha habido infracción penal, el Foro Ermua reclama dos años y nueve meses de cárcel para el lehendakari, nueve meses para los dirigentes socialistas mientras que Dignidad y Justicia pide tres años de prisión para Otegi, dos para Ibarretxe y uno para López. Otro que juega con el regreso a prisión es Arnaldo Otegi, que ha sido imputado con cuatro compañeros proetarras más por estar acusados de delitos de desobediencia. Otegi tachó de “esperpéntico” el proceso y denunció “el Estado antidemocrático” que le ha sentado en el banquillo. El alto Tribunal vasco admite como prueba las declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ex presidente José María Aznar y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que podrán hacerlo por escrito.