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CIENCIA

La obra de Darwin levanta polémica 150 años después

Por Leticia PradoTiempo de lectura2 min
Sociedad02-01-2009

La "selección natural" es uno de los argumentos más socorrido en diferentes ámbitos de la vida cotidiana. El darwinismo, como así se conoce, es la aplicación de la teoría desarrollada por Charles Darwin con relación a la evolución de las especies. El mundo de la ciencia celebra el 150 aniversario del desarrollo de esta hipótesis.

El mundo de la ciencia conmemora, en este 2009, el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin y, además, el 150 aniversario de su obra más importante, El origen de las especies. Su teoría, a pesar de contar con el apoyo de la mayor parte de los científicos de su época, encontró un gran número de enemigos en el momento de su publicación. Aún hoy, en un mundo avanzado científicamente, los grupos antievolucionistas mantienen viva la polémica. A pesar de todo, las ideas de Darwin constituyen una de las mejores explicaciones a la supervivencia de las especies encontradas hasta el momento. Un viaje a bordo del barco de la marina inglesa HMS Beagle por todo el mundo constituyó el momento decisivo en el desarrollo de su pensamiento. Descubrió nuevas especies que le llevaron a pensar en que los responsables del cambio eran la diferente alimentación y el entorno. A partir de aquí, Darwin estableció que la población estaba formada por individuos con pequeñas distinciones entre sí que les hacían adaptarse de manera diferente al medio. Los rasgos de los que mejor se habituaban a las condiciones naturales se iban volviendo cada vez más comunes con el paso de las generaciones y, así, según mantenía el científico, las especies evolucionaban. Además, uno de sus argumentos más conocidos, el de la selección natural, implicaba que la propia naturaleza aseguraba la supervivencia de los mejor adaptados para que pudiesen reproducirse. Las ideas evolucionistas expuestas tanto en El origen de las especies como en El origen del hombre chocaron con los argumentos defendidos tradicionalmente por el mundo religioso. El hecho de que Darwin defendiese la posibilidad de que el hombre descendiese de un ser similar al mono levantó en su contra a un gran número de grupos religiosos. En la actualidad, a pesar de los grandes avances científicos, la creencia en que el hombre ha sido creado por Dios gana terreno a las teorías evolucionistas y ha llegado, incluso, a prohibir la enseñanza de estas hipótesis en algunas partes del mundo.