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RELIGIÓN

Los símbolos religiosos generan debate en las escuelas públicas

Por Tamara SantosTiempo de lectura1 min
Sociedad27-11-2008

España es un Estado aconfesional y, por ello, muchos padres piensan que sus hijos no tienen porqué crecer rodeados de signos católicos. Este razonamiento es el que provocó que, en el colegio público Macías Picavea de Valladolid se retirasen todos los símbolos religiosos. A raíz de este caso, se abre la veda al debate sobre si se atenta contra las raíces históricas del país.

La sentencia asumida por el colegio público Macías Picavea es la primera de toda España que consigue retirar los símbolos del catolicismo en las aulas. El juez que llevó el caso argumentó que la presencia de estos signos en zonas comunes del centro podían afectar a la educación de los menores en plena fase de desarrollo intelectual. Además, afirmó que la representación del catolicismo va contra los derechos fundamentales de la igualdad, libertad religiosa y aconfesionalidad del Estado recogidos en la Constitución Española. Desde el Vaticano se anuncia que, si se quita el cristianismo del mundo, no se pierde la fe sino el rostro, y añade que está dando origen a una pérdida cultural. La polémica está servida y algunos políticos han comenzado a posicionarse al respecto. La secretaria general del Partido Popular (PP), Maria Dolores de Cospedal, considera que "a la mayoría no les molesta un crucifijo en las aulas". Incluso, el propio alcalde de Valladolid admitía que, en un país de tradición cristiana, un crucifijo resulta inofensivo. Sin embargo, hay opiniones para todos los gustos. Unos hablan de una negación histórica y otros del respeto hacia otras culturas. A pesar de la controversia, otros centros también han sufrido consecuencias similares. En el colegio público de Hilarón Gimeno, en Zaragoza, el problema surgió cuando el Consejo Escolar quiso retirar el festival de Navidad que se celebraba para los más pequeños con motivo de una ideología laica. El poder de decisión en éstas cuestiones pertenece a las autonomías y no al Consejo Escolar, de manera que la sentencia puede ser diferente según la Comunidad Autónoma en la que se encuentre el centro de estudios.