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TERRORISMO

ETA perpetra un atentado en 12 horas contra la Universidad de Navarra

Por LaSemana.esTiempo de lectura3 min
España02-11-2008

Varios coches ardieron y las oficinas cercanas quedaron calcinadas. No hubo llamada de aviso sobre el atentado que ETA había decidido perpetrar en la Universidad de Navarra. Un comunicante que hablaba en nombre de ETA alertó a la DYA de Álava en torno a las 10 de la mañana para advertir de la colocación de un coche bomba “en el Campus”. La Ertzantza revisó el de Vitoria durante 30 minutos. Media hora más tarde la explosión se escuchaba en toda Pamplona. No hubo víctimas mortales, tan sólo heridos leves pese a que el sitio escogido, un parking situado entre el edificio Central y la Biblioteca antigua, es un lugar habitual de paso.

El coche fue robado en Zarautz (Guipúzcoa) la noche anterior, por lo que los etarras tardaron sólo unas horas en planear y ejecutar el atentado. Por ello, las Fuerzas de Seguridad centran ahora sus investigaciones en la existencia de uno o dos comandos durmientes que actuarían en Guipúzcoa y que habrían recibido órdenes de un atentado inminente en el lugar que considerasen adecuado. La Policía, además, detuvo al titular del teléfono móvil desde el que se hizo la llamada de aviso porque constató numerosas contradicciones en su declaración. Eran las 11.00 de la mañana cuando en el Campus de la Universidad de Navarra temblaron hasta los cimentos. Un Peugeot blanco cargado con 40 kilos de explosivo había reventado, causando graves daños materiales. Los heridos, cerca de una veintena, eran estudiantes de las clases situadas sobre el coche bomba a quienes se les vino encima una lluvia de cristales. También jóvenes que pasaban a cierta distancia sufrieron cortes o contusiones en los oídos. Todos fueron trasladados a la zona hospitalaria de Pamplona donde, la mayoría de los afectados fueron dados de alta a las pocas horas. Ni un aviso. Nadie alertó a la gente de la Universidad de algo que podría haber causado una auténtica tragedia como dijo el ministro del Interior horas más tarde. Pero sí hubo una llamada a la DYA. No se sabe si, conscientemente o no, un varón que hablaba en nombre de ETA avisó a las 10 de la mañana a la DYA, pero a la de Vitoria. Las Fuerzas de Seguridad consideran que esto ha sido obra de grupos durmientes de ETA que operan en Guipúzcoa respondiendo sólo a órdenes muy concretas. De hecho, fuentes cercanas a la investigación consideran que estos taldes, disponen de zulos cercanos a la costa cantábrica, concretamente en el radio de San Sebastián. De hecho, este atentado se produjo tan sólo dos días después de la detención del último comando Nafarroa. De hecho el coche que explotó fue robado la noche anterior al atentado en la localidad costera de Zarautz. La dueña aparcó el vehiculo a las 20:30, la denuncia de desaparición se efectuó tres horas más tarde y, en tan sólo 12 horas, fue perpetrado el atentado. Eligieron la Universidad de Navarra. Un lugar al que sólo unos cientos de metros separan de la principal vía de comunicación de Pamplona con el País Vasco y con Francia. El aparcamiento en el que explotó el coche está lleno de jóvenes cuando arrancan las clases, por lo que los etarras se podrían haber pasado totalmente desapercibidos. La operación sigue abierta La investigación en torno a este atentado sigue abierta. Uno de los primeros pasos policiales fue detener al titular de la tarjeta de teléfono móvil desde la cual se realizó la llamada de aviso a la DYA. El hombre fue interrogado el mismo día por los tres cuerpos que operan en el País Vasco y, ante los constantes cambios de versión, la Policía decidió trasladarlo a Madrid en régimen de incomunicación. El detenido aseguró primero que el teléfono era suyo y que lo había perdido, después esgrimió la denuncia por pérdida de documentación que efectuó en el mes de agosto pasado, más tarde aseguró que el móvil no era suyo. Finalmente, fue reconocido por el dueño de la tienda donde fue adquirido el teléfono como la persona que lo compró el pasado mayo. La policía busca ahora posibles vinculaciones con ETA. Sobre la última detención del comando Nafaroa, la que parece haber desatado la reacción etarra, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz envió a prisión a los cuatro arrestados tras asegurar, en un auto, que disponían del material y de la información suficiente como para empezar a cometer atentados en un breve espacio de tiempo. Fuentes próximas a la investigación aseguran que las informaciones sobre posibles objetivos estaban centradas en personas relacionadas con la política, la Justicia y la seguridad.