LATINOAMÉRICA
La crisis económica, principal tema de la Cumbre Iberoamericana
Por Iara Mantiñán
1 min
Internacional02-11-2008
La I Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno se celebró en Guadalajara (México) y desde entonces se desarrolla como una conferencia diplomática del más alto nivel, en la que el país sede propone un tema central para las deliberaciones de los mandatarios. Como conclusión, se adopta una Declaración Política.
El Gobierno de El Salvador ha querido evidenciar la importancia de la juventud para su país y para la comunidad iberoamericana. Sin embargo, ha sido inevitable centrar también los discursos en la crisis financiera internacional. Los mandatarios iberoamericanos que participaron en el encuentro trabajaron para elaborar una posición común a la conferencia del G-20 que se celebra en Washington el 15 de noviembre, en la que participan algunos de ellos como Brasil, México y Argentina. España, que no integra el G-20, ha hecho de su participación en el encuentro de Washington una cuestión de Estado y trató de conseguir en la capital salvadoreña el respaldo de sus socios latinoamericanos, en particular de Brasil, país que preside dicho grupo, después de haber recibido un tibio apoyo de México. Entre las propuestas que se trataron ante la crisis económica estuvo la de proponer una cumbre mundial de la ONU y fortalecer la integración regional para unificar la posición ante el mundo. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, propuso un sistema monetario común, basado en la existencia de un Banco del Sur financiado por los mismos países de la región. Al final de la cumbre se aprobó, entre otros documentos, el "Compromiso de San Salvador", que enumera medidas para ayudar a jóvenes de estratos bajos, ofreciéndoles más oportunidades. En la ceremonia de cierre estuvieron Shakira, Alejandro Sanz y el mexicano Fher del grupo musical Maná, quienes insistieron ante los mandatarios de la necesidad de medidas para proteger a la niñez. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al que el año pasado el Rey Don Juan Carlos, le mandó callar en la cumbre chilena, debido a los ataques hacia el ex presidente español José María Aznar, no asistió al encuentro. Su excusa fue que el Gobierno del presidente, Antonio Saca, no le garantizaba la seguridad necesaria para su desplazamiento.