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RELACIONES EXTERIORES

Zapatero recibe numerosos apoyos, pero ninguna invitación al G-20

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España31-10-2008

Parecía que iba a ser por la vía iberoamericana, concretamente gracias a la intervención del Brasil de Lula da Silva. Pero Zapatero volvió de la cumbre de países de Iberoamérica igual que como se fue: sin una invitación formal a la reunión que tendrá lugar en Washington, el próximo 15 de noviembre, sobre la situación económica, bautizada como el G-20.

El Gobierno español no forma parte de ese conjunto de países que acudirán al encuentro. Desde algunos sectores ya califican la cita como histórica ya que está llamada a refundar el capitalismo. O por lo menos a sentar las bases para un rediseño del sistema financiero internacional. Por ello el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero trabaja a contrarreloj para lograr un sitio en los elegidos. Y la primera gran baza pasaba por Iberoamérica. Con ese objetivo se desplazó toda la diplomacia española, con el Rey Juan Carlos a la cabeza, hasta el Salvador para participar en la XVII Cumbre Iberoamericana. El resultado fue un apoyo casi unánime de todos los países de la zona para que España acuda finalmente a la cita. Pero poco más. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes, la vicepresidenta aseguró que "la voz de Iberoamérica estará representada por los países iberoamericanos que vayan al G-20 " y, en ese sentido añadió que "España es Iberoamérica". No obstante, en lo que a hechos concretos se refiere, tras la cumbre de El Salvador, el Gobierno español tan sólo logró que Brasil haga gestiones directas ante la Casa Blanca para conseguir una invitación. A la espera de que esa intercesión pueda llegar a dar frutos, el periódico francés Le Figaro abría la puerta a la esperanza de una segunda vía. Según el diario galo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, estaba dispuesto a ceder una silla a España en la cumbre. A Francia le corresponden dos sitios en el G-20; uno por ser una de las primeras potencias económicas del mundo y el otro por ostentar en estos momentos la presidencia de la Unión Europea. No obstante, horas después, el Eliseo (residencia del presidente del la república francesa) matizaba -sin llegar a desmentir estas informaciones- que las invitaciones para acudir al encuentro de Washington las decide EE.UU. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero corrigió esta precisión alegando que los organizadores de la reunión son EE.UU y la UE, quien tuvo la iniciativa, de manera que el poder decisión sobre las invitaciones recae sobre los dos. “España tiene mucho que aportar y tiene además razones de peso y argumentos para formar parte de esa cumbre y de los trabajos para reformar el sistema financiero internacional, somos un país europeísta que sabe muy bien que su trabajo debe estar dentro de ese marco”, valoró Zapatero a quien cada vez le queda menos tiempo para lograr un sitio en ese lugar de privilegio antes del día 15.