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TENIS

Madrid, pasarela de la ¬farándula¬ nacional

Por Álvaro Díaz (MADRID)Tiempo de lectura3 min
Deportes19-10-2008

Ser aficionado al tenis, o al menos al deporte, no fue, en absoluto, requisito para visitar el Masters Series de Madrid. Las figuras locales –artistas, políticos y asiduos de la revista Hola– e incluso, algunos intrusos que rodean al mundo del deporte se dieron cita en el Madrid Arena para ver tenis. Rafa Nadal fue el imán que hasta a los más iletrados en la materia.

“¿Dónde vamos ahora?, o ¿quién juega después?”. Estos fueron los comentarios más repetidos en los alrededores del recinto ferial de la Casa de Campo. Filas interminables de aficionados sin rumbo fijo deambulaban por las instalaciones deportivas. Del Pabellón de Cristal pasaban a la pista Alcalá, de nuevo, regresaban al recinto acristalado y, enseguida, reiniciaban la marcha hacia el escenario principal. La Central se convirtió esta semana en un auténtico museo de las maravillas donde, cada uno a lo suyo, todos los presentes tenían algo que admirar y, por supuesto, ávidos de opinar se cual fuere su nivel de conocimientos, mucho que decir. El espectáculo deportivo actuaba de hilo conector entre aficionados de a pie y las autoridades bañadas en rojo. Ambos perfiles se hermanaban, se olvidaban de sus diferencias estamentales, y se permitían algunas licencias, todas en realidad. “Esto no es el coñazo del desfile, ¿verdad?”. Así arrancó la risa del respetable, un simpático aficionado que, sin mala intención, dirigió a Mariano Rajoy este mordaz comentario. El líder de la oposición, aparte de disfrutar con el sufrido debut de Nadal, aprovechó el descanso tras el primer set para crear corrillo y explicar a sus fieles, quizá refiriéndose al de Manacor, que “en momentos así, hay que tomárselo con calma”. La alarma, a modo de bullicio general, volvió a saltar con la aparición estelar de David Bustamante. Muchas fueron las peticiones que, encontrando insulsas las melodías de la banda oficial del estadio, rogaron al cántabro: “Cántate algo”. Busta, podría decirse que por suerte, no se arrancó. Pasaban las jornadas, y el tránsito de personalidades del Real Madrid, empujadas tal vez por la preferencia del número uno por dicho club, eran constantes. Jugadores como Raúl González, Royston Drenthe y Sergio Ramos fueron asiduos a los encuentros de Nadal, donde también estuvo el presidente blanco Ramón Calderón, a quien algún iluso preguntó: “¿Cuándo fichas a Kaká?”. Destacó también la presencia de Zinedine Zidane que, ante la gran ovación que le brindó la grada, revivió por momentos sus salidas triunfales al verde del Santiago Bernabéu. Dejando el fútbol a un lado, hubo otros rostros de acción que también atrajeron el griterío de la grada. José Tomás, un tanto desaliñado, disfrutó también del espectáculo tenístico vivido en la capital, donde además se dejó ver gente del motor como Fonsi Nieto. El mundo del cine y la televisión también tuvo sus representantes: Pedro Almodóvar se paseó por La Central en compañía de la popular Aída, Carmen Machi. También visitaron el templo del tenis dos de los protagonistas de la serie Los hombres de Paco, Pepón Nieto y Paco Tous, que esta vez actuaban en calidad de hombres de Nadal. Todos ellos, gozaron con el duelo fratricida entre el tenista manacorí y Feliciano López. El lance se resolvió a favor del favorito y, sin embargo, eran muchos los que rogaban al número uno: “Déjate ganar”, cuando éste disponía de bola de partido para hundir a su rival. Ni caso, él siguió a lo suyo. Aparte de raquetas y pelotas, lo suyo fue disfrutar de la armónica torpeza y los continuos despistes que protagonizaron las recogepelotas de pasarela (el de Madrid es todavía el único torneo en el que modelos profesionales realizan esa tarea), en cuyas manos las bolas parecían tener vida propia. Su vestimenta, que se prestaba más al lucimiento que al ejercicio práctico, no ayudó mucho. La eliminación del héroe local, Nadal, en semifinales, no impidió, una vez pasado el shock post-traumático, que los madrileños siguieran rumbosos una fiesta del tenis, que acabó coronando a Andy Murray como su líder. La próxima edición del Masters de Madrid se mudará a La Caja Májica, donde la ironía y la gracia del ciudadano español volverán a estar presentes.