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EXPOSICIÓN

España expone por primera vez una muestra de las obras de Rembrandt

Por Adriana EscaladaTiempo de lectura2 min
Cultura14-10-2008

Se trata de 35 pinturas y cinco estampas del genio holandés Rembrandt, procedentes de varios museos y de colecciones privadas que podrán contemplarse en el Museo del Prado hasta el 6 de enero. Acompañado por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, el rey Don Juan Carlos abrió el pasado 14 de octubre la exposición (la primera dedicada al artista en España) y recibió explicaciones del comisario de la exposición, Alejandro Vergara, sobre gran parte de las 35 pinturas y cinco estampas presentes en la exposición.

El Prado sólo tiene una obra del autor, Artemisa (1634), un lienzo que en su día adquirió el marqués de la Ensenada y que heredó la pinacoteca. Ahora, el museo ha optado por organizar una exposición que permita a su público acercarse a la obra de este artista extraordinario. La razón por la que el artista tiene tan poca presencia en el Prado, frente a contemporáneos como Rubens o Tiziano, es por las malas relaciones que mantenían Holanda y España en pleno siglo XVII. Museos como el Louvre, el Rijksmuseum de Amsterdam, la National Gallery de Londres, el de Bellas Artes de la Villa de París, el Paul Getty de Los Ángeles, el Hermitage de San Petersburgo o el Metropolitan de Nueva York, entre otros, han permitido montar la exposición, patrocinada por el BBVA. El visitante tendrá la oportunidad de observar sus obras junto a las de algunos artistas que fueron sus principales fuentes de inspiración, especialmente Tiziano y Rubens. En la exposición están representadas todas las fases de la carrera del artista. De sus obras de juventud cabe destacar la presencia del cuadro San Pedro y San Pablo, que ha prestado la National Gallery of Victoria de Melbourne. Se muestra a Rembrandt como un pintor de temas tomados de la historia, de la religión y de la mitología clásica. Al principio del recorrido se puede apreciar a un Rembrandt que se centra en la manifestación externa de las emociones y los sentimientos humanos y se muestra jocoso, cómico y altivo, como ocurre con el autorretrato en el que se pinta como si fuera un elegante caballero oriental. Gran rigor de espíritues uno de los cuadros del final del recorrido, una de sus más bellas composiciones, en la que la joven aparece pensativa. También están presentes varias obras maestras de la fase de madurez del pintor, entre 1631 y 1651 aproximadamente, como el monumental Sansón y Dalila del Stádel Museum de Frankfurt. Estas obras ayudan a entender al pintor, ya que en algunos casos representan el modelo estético que le guió, mientras que en otros se trata de obras de contemporáneos cuya diferencia con Rembrandt sirve para comprender mejor su peculiar estética. De sus últimos años hasta su muerte en 1669 se mostrarán varias obras características de este periodo incluida una de las obras más importantes pintadas por el artista en estos años, la Betsabé del Museo del Louvre.