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EE.UU.

Obama vence el segundo debate, marcado por la situación económica mundial

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura4 min
Internacional12-10-2008

El segundo encuentro entre los dos candidatos a la Presidencia de EE.UU. fue la demostración de que tanto Barack Obama como John McCain habían tomado buena nota de su primer debate. El demócrata venció, según todas las encuestas, un cara a cara en el que la economía fue el tema estrella y en el que el republicano optó por eludir los ataques personales.

Si el primer debate entre ambos candidatos se caracterizó por sus formas frías -los dos firmes ante sus atriles y mirando más a cámara que a su contendiente-, el celebrado en la Universidad de Belmont, en Nashville, fue una suerte de Tengo una pregunta para usted a dos bandas y a la americana. Obama y McCain se enfrentaron a las preguntas de 80 ciudadanos que acudieron al cara a cara, micrófono en mano y con total libertad a la hora de moverse sobre el escenario, lo que se notó tanto en la cercanía como el tono del discurso de ambos. Obama acudía a este encuentro con las encuestas electorales a favor y con el reto de demostrar que el carisma que lució McCain en su primer encuentro no es algo exclusivo del veterano republicano. El senador por Arizona, por su parte, llegó buscando un nuevo efecto Palin que revitalizase su figura ante la opinión pública, pero evitando la agresividad del primer debate. Quizá por ello eludió la crítica personal al senador por Illinois, táctica que ha arreciado en la última semana desde el bando republicano. La economía, que ha provocado ese ascenso demócrata en las encuestas, centró buena parte del cara a cara, ocupando 45 de los 90 minutos que duró, siendo otros 30 para la política exterior y 15 para asuntos domésticos. Con las bolsas en caída libre, Obama no dudó en diagnosticar que EE.UU. se halla en "la peor crisis que vive el país desde la Gran Depresión", un "veredicto decisivo sobre los fracasos económicos de los últimos años" con el Gobierno de George W. Bush. "La clase media necesita un plan de rescate, una plan de alivio fiscal, de ayuda con sus hipotecas", expuso el candidato demócrata. El candidato republicano respondió con todo un golpe de efecto, lo que sus asesores bautizaron como “El Plan de Renacimiento McCain”. La idea es que el Gobierno estadounidense se haga cargo de los "malos préstamos hipotecarios", los renegocie a la baja y evitar más embargos de casas. "Es mi propuesta, no la de Obama, ni la de Bush. Yo sé cómo hacer que EE.UU. funcione de nuevo, cómo restaurar la economía y ocuparme de la clase trabajadora", proclamó McCain, que, sin embargo, no explicó cómo afrontará un plan de 300 millones de dólares o cómo reducirá el gasto gubernamental. Sólo un error destacable: el de McCain al referirse despectivamente a su rival. Fue al abordar la política energética, sobre una moción promovida por Bush y Cheney que llevó millones de dólares a las petroleras: "¿Saben quién votó a favor? Puede que no se lo imaginen. Ese", dijo señalando a Obama. El demócrata respondió señalando que "estamos de acuerdo en algo, que el problema energético es que durante los últimos 30 años los políticos en Washington no han hecho nada, lo que no ha dicho McCain es que ha estado ahí durante 26 años y ha votado 23 veces contra los combustibles alternativos". El debate en torno a la política exterior fue otro momento del debate donde más juego tuvieron ambos candidatos. McCain trató de sacar ventaja de la inexperiencia que achaca a Obama: "no tenemos tiempo para un entrenamiento sobre la marcha", al tiempo que le acusó de "hablar alto" por sugerir el envío de tropas a Pakistán para combatir a Al Qaeda. "Este es el tipo que cantaba ¬Bombardead, bombardead, bombardead Irán y que llamó a la aniquilación de Corea del Norte. No creo que eso sea un ejemplo de ¬hablar bajo¬", le respondió Obama. Sin embargo, el mejor directo de Obama a McCain llegó cuando el republicano le acusó de "no entender" ciertos elementos de la política exterior estadounidense. "Es cierto, hay ciertas cosas que no entiendo. No entiendo cómo acabamos invadiendo un país (Iraq) que no tenía nada que ver con el 11-S mientras Osama bin Laden y Al Qaeda están estableciendo campamentos base y refugios seguros para entrenar terroristas que nos ataquen", ironizó. La política doméstica, al margen de la economía, se centró en la Sanidad Pública, que Obama definió como un "derecho" y un "compromiso moral" del Estado y McCain como una "responsabilidad". Mientras que el demócrata propone un seguro de salud nacional para individuos que no estén asegurados en sus respectivas empresas, el candidato republicano se opone a este tipo de cobertura universal porque cree que la competición entre aseguradoras mejorará la calidad de los seguros sanitarios del país. Finalizado el debate y pese a la sonrisa amable que se dedicaron los candidatos, la tensión se evidenció en la mano extendida de Obama que McCain no llegó a estrechar y que el demócrata tuvo que alargar a la mujer del candidato republicano. Aunque con resultados dispares, el vencedor en las encuestas fue el candidato demócrata: la encuesta de la CNN dio por ganador a Obama con un 54 por ciento frente al 30 por ciento de ciudadanos que eligieron a McCain, mientras que la CBS moderó los datos y dio un 39 por ciento para el senador de Illinois y un 27 por ciento para el de Arizona.