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ARQUEOLOGÍA

Stonehenge tiene tres siglos menos de antigüedad

Por Verónica MurielTiempo de lectura2 min
Cultura25-09-2008

Las nuevas investigaciones que se han llevado a cabo en el monumento neolítico Stonehenge (Reino Unido) concluyen que el monumento se construyó tres siglos más tarde de lo que hasta ahora se había creído. Además, la hipótesis de que allí se curaban todo tipo de dolencias se refuerza en las últimas investigaciones, ya que hay un número elevado de tumbas alrededor. Los análisis de lo restos hallados en los féretros poseían señas de haber estado muy enfermos.

Pero el hallazgo más claro se trata de la antigüedad real del monumento. Hasta ahora todas las investigaciones realizadas apuntaban a que Stonehenge se empezó a construir en el año 2.300 antes de Cristo. En la nueva investigación, se ha excavado en la base donde estuvieron algunas de las grandes piedras y se ha recogido material con la prueba del carbono 14, lo que finalmente determina que el monumento del neolítico se erigió tres siglos más tarde. Stonehenge es la reliquia más famosa de la prehistoria europea y uno de los monumentos más reconocidos y contemplados del mundo, además de resultar enigmático, ya que nunca se ha tenido una idea clara de para qué lo usaban las personas que lo construyeron. En el pasado, los arqueólogos intentaron averiguar el enigma investigando sobre las piedras mismas, experimentando con sus contornos, sus marcas e incluso sus sombras. Sin embargo, desde hace poco las investigaciones han llevado a los estudiosos a ampliar sus miras. Tim Darvill y Geoff Wainwright, los dos arqueólogos que han realizado las nuevas investigaciones, creen que Stonehenge era un lugar al que acudía la gente que tenía alguna enfermedad, dolencia o minusvalía con la esperanza de que fueran curados. Su hipótesis se refuerza con la existencia de un elevado número de restos humanos en tumbas próximas a las rocas de Stonehenge. Los restos se presentan con heridas y muestras físicas de algunas enfermedades, lo que indicaría que la gente se acercaba allí con pretensión curatoria. Además, se ha realizado un análisis de los dientes de quienes fueron enterrados allí, e indica que la mitad de ellos no eran de la zona, sino que habían peregrinado al lugar. De todas formas, esta teoría no se opone a otras hipótesis realizadas con anterioridad, como son las que ven el círculo de piedras como lugar de adoración o calendario solar. La datación ha arrojado la sorpresa de equiparar la antigüedad de Stonehenge con la próxima tumba del arquero de Amesbury a cuatro kilómetros, cuyos restos se descubrieron en 2002. Darvill y Wainwright creen que este guerrero, cuyo esqueleto presenta una herida en la rodilla y un problema dental, había acudido a Stonehenge para curarse, ya que según el análisis químico del esmalte de sus dientes, el guerrero provenía de las estribaciones de los Alpes, de la región de las actuales Suiza y Alemania.