CRISIS ECONÓMICA
Bruselas vaticina que España acabará el año en recesión
Por Laura M. Álvarez
2 min
Economía14-09-2008
La crisis de la economía española no parece dar un respiro al Gobierno. La pasada semana mientras José Luis Rodríguez Zapatero comparecía en el Congreso de los Diputados para intentar quitarle hierro al asunto, el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, aseguró que la economía española entraría en el segundo trimestre del año en recesión. Según el comisario, la crisis de la economía española se agravará en los próximos meses.
El Ejecutivo de la Unión Europea (UE) calculó que el Producto Interior Bruto (PIB) español se encontrará en el 0,1 por ciento entre julio y septiembre y en el 0,3 por ciento entre octubre y diciembre. Se tata de una predicción muy negativa, sólo superada por Reino Unido dónde la Comisión vaticina un crecimiento negativo del 0,2 por ciento para los dos últimos trimestres del año. En el análisis de la crisis española el informe de Bruselas señala que “la aguda ralentización es principalmente explicada por la contracción del sector de la vivienda, que se ha visto agravada por la persistencia de turbulencias en el sector financiero y las expectativas de inflación más altas de lo esperado estimuladas por los altos precios del petróleo”. El documento añada que “el déficit corriente de dos dígitos de la economía española, junto con una más alta dependencia del petróleo que otras economías, están reforzando el efecto de los shocks sobre la actividad económica”. Pero la situación de España no se queda ahí. El mal comportamiento del Índice de Precios al Consumo (IPC), que se mantendrá en el 5 por ciento en el tercer trimestre de 2008 y que cerrará el año con una media del 4 por ciento no augura una mejoría a corto plazo. Además el diferencial de inflación la con la zona euro, que España había conseguido reducir a medio punto, vuelve a superar el punto en estos últimos meses, lo que supone una merma en la competitividad. Las previsiones de Bruselas indican que para el conjunto del año la Unión crecerá un 1,4 por ciento, y la eurozona un 1,3 por ciento, lo que supone un fuerte recorte a las estimaciones del pasado abril, del 2 por ciento y 1,7 por ciento, respectivamente. El deterioro de la economía se intensificará durante el tercer y cuarto trimestre, en los que tanto la UE como la zona euro prácticamente no crecerán, aunque en conjunto conseguirán esquivar la recesión.