Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ESTADOS UNIDOS

McCain recurre al Vietcong y los talibanes para impulsar su candidatura

Fotografía
Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura4 min
Internacional07-09-2008

Las heridas de guerra parecen haberse convertido en el mejor aval para la carrera presidencial de John McCain. El candidato republicano exhibió la pasada semana ante la convención de su partido en Saint Paul su pasado en Vietnam como mejor arma contra la demagogia demócrata. Una estrategia patriótica que vio en el discurso del presidente George W. Bush, en el que se recurrió al 11-S para ensalzar las aptitudes de McCain, un complemento perfecto.

Juego de medallas de guerra y de contradicciones en el bando republicano. La pasada semana John McCain arengó a los suyos en la convención republicana asegurándoles que será él y no Barack Obama el que implementará todos los cambios que la nación necesita. Y lo hizo con un discurso falto de brillantez y de espontaneidad, vacíos que compensó con un discurso minucioso en el que pormenorizó los detalles de su cautiverio de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam. Esa fue, y parece que será, su principal credencial política, su aval de que está capacitado para gobernar un país, para diseñar la economía, la Justicia y la política exterior de la primera potencia mundial. Su imagen de guerrero heroico copó un discurso vacío de propuestas, como por otro lado acostumbran a ser las comparecencias de los dos candidatos presidenciales, en el que apenas se dedicaron unas palabras a Rusia, a la apuesta por la energía nuclear, y a valores abstractos relacionados con el republicanismo y el nacionalismo. "Los cambios del país deben ser abordados sin partidismo ni bellos discursos" -declaró McCain en clara alusión a su rival Obama- "sino con la valentía demostrada en el servicio a la nación". En un discurso con una tónica claramente bélica, el presidente George W. Bush, al que McCain evita nombrar como la peste en cada una de sus intervenciones sabiendo que sus índices de popularidad no le hacen precisamente un favor, recurrió al 11-S para impulsar a su candidato. "Necesitamos un presidente que entienda las lecciones del 11 de septiembre de 2001. Para proteger a Estados Unidos, debemos permanecer a la ofensiva, detener los ataques antes de que ocurran y no esperar a sufrir otro atentado. El hombre que necesitamos es McCain", declaró Bush por videoconferencia. Y es que el presidente no pudo acudir a la Convención en persona justificándose en la proximidad del huracán Gustav. Contradicciones Pese a la comunión perfecta entre el patriotismo mostrado por McCain en sus alusiones a la Guerra de Vietnam y al discurso acerca de la necesidad de un caudillo ante la nación atacada leído por Bush, la retórica republicana dio la sensación de sufrir ciertas contradicciones. La primera de ellas es la continuada alusión a tiempos y hazañas bélicas cuando McCain se ha presentado siempre como un antibelicista convencido. "Odio la guerra, es la peor experiencia inimaginable. Pondré mi experiencia y todo lo que esté en mi mano para construir una paz duradera para el país", llegó a afirmar el candidato republicano durante la convención. La segunda de las contradicciones estaba ímplicita en las críticas a la estrategia de la candidatura de Obama. Durante la Convención se atacó a la estrategia demócrata ridiculizando su mensaje positivo pero carente de contenido, sus palabras bonitas, y sus clichés mediáticos. Todo ello mientras entraba en escena la candidata a vicepresidenta de McCain y actual gobernadora de Alaska, Sarah Palin, una férrea conservadora cargada hasta arriba de clichés que la mayoría conservadora del país desea escuchar. Unos tópicos a la republicana que han venido de la mano del lanzamiento de su familia a la palestra pública. Clichés a la republicana Su bebé con síndrome de Down y el embarazo no deseado de su hija menor de edad pusieron sobre la mesa un mensaje claramente antiabortista. El anuncio de que su hija se casará con el chico que la dejó embarazada por su parte, dejó entrever una filosofía de la vida profundamente cristiana. Y para los más rebeldes, una dosis de pensamiento antisistema. "No soy un miembro del establishment político. He aprendido rápido en los pasados días que si no eres un miembro de la élite de Washington, algunos en los medios te consideran un candidato sin cualificar sólo por esa razón. Pero aquí van algunas noticias para esos reporteros y comentaristas: No voy a Washington a buscar sus opiniones favorables. Voy a Washington a servir a los ciudadanos de este país", declaró Palin en su discurso de presentación. Un discurso en el que, como no podía ser de otro modo, también se hizo alusión a la guerra y a la nación herida para atacar a los demócratas. "Los terroristas de Al Qaeda conspiran para hacer un daño catastrófico a América, mientras que Obama está preocupado porque a alguien no le lean sus derechos", sentenció Palin.