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ITALIA

Berlusconi: Inmunidad tras años de procesos

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional22-06-2008

El magnate de la televisión y la prensa italiana que por tercera vez asume el cargo de jefe de Gobierno en Italia acaba de obtener de nuevo la inmunidad que el cargo le permite. Lo cierto es que a lo largo de su carrera política, Berlusconi se ha tenido que sentar en el banquillo en un puñado de ocasiones por sus irregularidades pero en ningún caso ha tenido que pasar una noche en prisión y ha sido absuelto en la mayoría de las veces.

Desde que es dirigente político de primera fila, Berlusconi ha sido condenado en tres ocasiones. En diciembre de 1997, siendo líder de la oposición, Silvio Berlusconi fue condenado a 16 meses de prisión por falsedad de documento en la compra de una cinematográfica, aunque la pena le fue luego condonada. En julio de 1998 fue condenado por otro caso, en esta ocasión, por haber sobornado a inspectores fiscales para que hicieran la "vista gorda" con sus negocios. Berlusconi denunció que era víctima de una conspiración político-judicial para acabar con él. A la atmósfera de corrupción que ha habido en torno a Silvio Berlusconi han colaborado decididamente muchos de sus colaboradores y amigos, familiares incluidos. El mismo día en que Berlusconi dimitía por primera vez como primer ministro en diciembre 1994 (tras una pelea con la formación ultraderechista de Umberto Bossi), su hermano, Paolo Berlusconi era condenado a siete años de prisión por un delito de corrupción. Su gran colaborador (que fuera su abogado y también su ministro), Cesare Previti fue condenado a 11 años por sobornar a un juez con dinero de una de las empresas de Berlusconi, aunque luego le pena fue rebajada a siete. En ese caso se acreditó que Berlusconi también había sobornado a un juez en 1991, pero que aquel delito había prescrito. Otro amigo, Marcelo Dell´Utri, que fuera su publicista en sus empresas y senador de su partido, fue condenado a nueve años por asociación mafiosa. En ese mismo juicio se acreditó que Berlusconi se había reunido al menos una vez con los mafiosos, pero que eso no probaba vinculación con ello. Silvio Berlusconi también tuvo problemas por sus amistades con dirigentes de otros partidos, en especial con Bettino Craxi, líder del Partido Socialista Italiano que durante una época actuó como protector del imperio de Berlusconi. Ambos, Craxi y Berlusconi, fueron procesados por financiación ilegal de partidos y condenados en julio de 1998 (Craxi a cuatro años y Berlusconi a dos), pero mientras que Craxi tuvo que huir del país mientras su partido se hundía. Berlusconi volvió al Gobierno en otras dos ocasiones. En España, el político italiano también dejó su rastro judicial, el juez de Instrucción Baltasar Garzón le procesó y le hizo pagar una cuantiosa multa como fianza al acusarle de la compra ilegal de acciones en Telecinco junto con otros empresarios como el que durante años fuera el dirigente de la ONCE, Miguel Durán. Aquel caso Telecinco acabó igualmente con la absolución de todos los acusados. En todo caso, sentarse en el banquillo de los acusados es una práctica habitual en los magnates, como bien saben los Botín, los Murdoch y los Polanco. Y también, parece ser, una trágica costumbre en mandamases italianos vistos los casos de Craxi o de Andreotti. Berlusconi es las dos cosas.