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TRABAJO

La Unión Europea amplía la jornada laboral hasta las 65 horas semanales

Por Laura M. ÁlvarezTiempo de lectura2 min
Economía15-06-2008

Los países de la Unión Europea (UE) han acordado ampliar los límites de la jornada laboral para que los empleados puedan trabajar hasta un máximo de 65 horas semanales. La reforma llevada a cabo por la UE consagra la hasta ahora transitoria cláusula del opt out, que fue introducida por Reino Unido, y que ofrecerá a los empleados la posibilidad de trabajar por encima del máximo vigente de las 48 horas a la semana.

España ha sido uno de los países más críticos ante esta posibilidad y se abstuvo en la votación en el Parlamento Europeo (PE) junto a Bélgica, Chipre, Grecia y Hungría, ya que según estos países esto supondría un “retroceso social”. El Gobierno dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero ha declarado que no se rendirá ante esta ampliación y señaló que trabajaría ante el Parlamento Europeo para que se revise la norma de la Comisión. Según el Gobierno, esta medida supondrá “un coste negativo” en la calidad de vida de los trabajadores e impedirá la conciliación de la vida laboral y la familiar, al tiempo que provocará “un desgaste en la construcción en la idea de una Europa social”. Por ello, el PSOE, en conjunto con los partidos socialistas europeos, “va a intentar rebajar el tono de la directiva de la Eurocámara” y en el caso de que entrara en vigor intentaría “atemperarla para mantener todas las conquistas sociales”, dentro de los márgenes de respeto a la directiva. Este texto acordado por los ministros establece que el límite de 48 horas semanales podrá superarse, de forma voluntaria, por el empleado, en caso de acuerdo entre el trabajador y el empresario, siempre por debajo de un techo máximo que queda fijado en 65 horas a la semana si se incluyen los periodos de guardias. El Tribunal de Justicia de la UE reiteró que los periodos inactivos de las guardias deben ser considerados tiempo de trabajo, frente a la posición de la mayoría de los países que rechazan esta medida por el coste que implicaría en los sistemas públicos de Sanidad. El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, declaró que “hay que evitar que los conservadores y neocons intenten utilizar a Europa como vía para justificar políticas difícilmente aceptables por los ciudadanos y de paso debilitar a la UE y el proceso de integración”.