Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

EE.UU.

El partido de Obama, acusado de corrupción en su debut presidencial

Por Iara MantiñánTiempo de lectura2 min
Internacional15-06-2008

Jim Johnson, uno de los miembros del equipo creado por el candidato demócrata y encargado de buscar a posibles candidatos a la Vicepresidencia de Estados Unidos, presentó el pasado miércoles su dimisión ante un escándalo desatado por unos préstamos hipotecarios.

Jim Johnson llevaba días en el centro de la polémica después de que el diario The Wall Street Journal informase de que había recibido préstamos hipotecarios ventajosos de Countrywide Financial, uno de los principales proveedores de las hipotecas de alto riesgo que desataron la actual crisis inmobiliaria en Estados Unidos. El candidato republicano, John McCain, acusó de hipócrita a Obama por criticar las prácticas de Countrywide y aceptar al mismo tiempo que uno de sus asesores hubiese recibido préstamos en condiciones ventajosas de la firma. Pero aparte de escándalos, múltiples propuestas intentan cautivar el voto de los electores. En concreto, la semana pasada se lanzaron dos temas: poner fin a la guerra de Iraq y varias políticas económicas. En el primer tema, las opiniones de los electores están divididas al 50 por ciento entre quién resolvería mejor el conflicto, aunque McCain tiene una cierta ventaja con respeto a Obama por haber sido veterano de guerra. La principal diferencia entre ellos es que el líder de los republicanos defiende la guerra, mientras que Obama la condena. En cuanto a las políticas económicas, Obama es el que más ventaja cuenta, ya que presenta la novedad, el cambio, “las nuevas propuestas” de la democracia americana. Barack Obama dijo el pasado sábado a los votantes que si es elegido presidente, presionará por una agenda económica que ayude a la clase media, en momentos en que los ingresos de los estadounidenses están en el centro de la campaña presidencial, tras informes recientes de que la población pierde poder adquisitivo. Por su parte, McCain pretende captar a los votantes demócratas que respaldaban a Hillary Clinton. En cuanto a la pregunta de si Hillary Clinton será vicepresidenta, parece que la respuesta clara es que no. Obama tiene un doble problema, con ella no puede ganar porque su estrategia electoral se ha basado en el cambio; pero sin ella no cuenta con el respaldo suficiente para ser presidente y corre el riesgo de que una gran parte del electorado demócrata, engrose las filas de McCain.