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TENIS

Nadal ‘abusa’ de Federer e iguala la gesta de Borg

Por Manuel de JuanTiempo de lectura6 min
Deportes08-06-2008

Pocos discuten que Roger Federer es el rey actual del tenis. Sin embargo, sobre la tierra batida de Roland Garros, el suizo Federer se queda en príncipe. Un año más, y van tres, el helvético tuvo que hincar la rodilla ante Rafael Nadal, quién le apalizó sin contemplaciones por 6-1, 6-3 y 6-0 y sumó su cuarto título francés.

El camino de los dos finalistas hasta el último partido había sido bien distinto. Mientras Nadal había ganado todos sus partidos sin ceder un set y la mayoría de ellos con una facilidad insultantemente, Federer había perdido un total de tres mangas ante rivales de mucha menor entidad, lo que sembró varias dudas en su juego. Se jugaba algo más que un título de Grand Slam. Para Rafa, era la oportunidad de igualar el record de cuatro laureles consecutivos en Francia, ostentado hasta el momento sólo por el sueco Bjorn Borg. Para Roger, se presentaba una ocasión para hacerse con el único grande que falta en su palmarés y confirmar que puede ser considerado el mejor jugador de la historia. El partido no pudo comenzar mejor para el español, que rompió el saque de su rival a las primeras de cambio y se colocó rápido con 2-0, llegando incluso a gozar de dos ocasiones para ponerse 3-0, pero el suizo resolvió el apuro con su servicio. La táctica de Nadal era la misma que en sus anteriores enfrentamientos con Mr. Perfecto: bolas altas y cargadas de efecto al revés de su contrincante, buscando provocar el fallo. Y sin duda le estaba dando resultado, ya que volvió a hacer un break y se situó con un 5-1 que dejaba el parcial prácticamente sentenciado. En el siguiente juego, una nueva rotura y Rafa ya tenía el primer set en la buchaca por 6-1. Tampoco comenzó bien la segunda manga para Federer, que encajó otro break y de nuevo se vio con una desventaja de 2-0, pero rectificó y rompió por primera vez el saque de Nadal, empujado por el público que abarrotaba la pista Philippe Chatrier, claramente favorable al número uno. El helvético subió el listón y el dominio de Nadal se tornó en una igualdad absoluta que hacía preveer un partido largo y difícil. Pero de nuevo el balear sacó su mayor calidad sobre el polvo de ladrillo y consiguió una nueva rotura de servicio en un durísimo juego que culminó con un passing shot increíble. En el siguiente juego culminó el set con un resultado de 6-3, y ya sólo le separaba un parcial de conseguir otro record: ganar el torneo parisino sin ceder ni un set, algo que en la era Open (desde 1968) sólo han conseguido Borg y el rumano Ilie Nastase. Federer estaba tocado. Con dos sets a cero y el pronóstico no indicaba que nada fuese a mejorar. Y nada mejoró. El manacorí aprovechó el bajón del suizo y se colocó 5-0 en el tercer parcial y con saque para cerrar el partido. La pista central del Bosque de Bolonia ya no animaba, se hallaba muda, inerte viendo como su ídolo iba a volver a caer (y ya van tres) ante el ciclón hispano en la final de Roland Garros. Nadal no falló con su servicio y finiquitó el partido con un rosco, algo que celebró de manera mucho menos enérgica que en anteriores ocasiones (en las otras tres finales acabó por el suelo) por respeto a su contrincante. Ya en la entrega de premios, el mallorquín recibió la Copa de los Mosqueteros de manos de un Borg rendido ante la evidencia de que Rafa, en tierra, es el mejor. Ahora, de la tierra de París se pasará a la hierba del All England Club de Wimbledon, donde se espera ver un nuevo asalto entre las dos primeras raquetas mundiales. Resto del cuadro Además de Nadal, varios españoles firmaron una buena actuación en el torneo del país vecino, entre los que David Ferrer y Nicolás Almagro fueron los más destacados. El de Jávea consiguió meterse de nuevo en cuartos de final tras no conseguirlo desde el año 2005. Pero el local Gael Monfils, la gran sorpresa del torneo, le privó de repetir las semifinales en un Grand Slam que ya consiguió en el último US Open. A esa misma ronda llegó el murciano Almagro, pero en su camino se cruzó el que luego se convertiría en campeón, Rafa Nadal, quién le propinó un duro castigo. Sin embargo, el joven jugador se va tras haber logrado meterse por primera vez en la antepenúltima ronda de un gran torneo, confirmando su gran temporada en tierra batida. Aparte de importantes ausencias como las del estadounidense Andy Roddick o el francés Richard Gasquet, han sido muchas las sorpresas que se han podido ver en el cuadro masculino, donde destacó la eliminación del ruso Nikolai Davydenko, cuarto favorito del torneo, en tercera ronda o el retorno del francés Gael Monfils tras una larga lesión que le apartó de su mejor nivel. Cuadro femenino En cuanto a las mujeres, Ana Ivanovic no falló en su segunda final de Roland Garros consecutiva y se desquitó de su derrota en la pasada edición ante Justine Henin al deshacerse de la rusa Dinara Safina por 6-4 y 6-3 en un duro partido donde se vieron momentos buenos y malos y ambas jugadoras, pero fue la mayor tranquilidad de la serbia en los momentos claves lo que definió el resultado final. Pronto se colocó la balcánica con ventaja en el marcador, llegando a tener un 4-1, pero Safina reaccionó y, comenzó a controlar el juego de fondo con su agresivo drive, con lo que empató el set a cuatro. Pero Ivanovic no estaba dispuesta a que se le escapase el partido y rompió el saque de su rival en el siguiente juego, para cerrar la manga con su saque con un resultado de 6-4. La hermana del ex–número uno Marat Safin, vio cómo encajaba un nuevo break al poco de empezar el segundo parcial y cómo sus opciones de victoria se desvanecían. La balcánica consolidó la rotura y a punto estuvo de colocarse 5-2 y saque suyo, pero Safina tiró de épica y se apuntó su servicio, a lo que Ivanovic respondió haciendo lo mismo y dejando un 5-3 en el luminoso que culminó en el siguiente juego. Los nervios hicieron mella en el saque de Safina e Ivanovic ganó en blanco el último juego para hacerse con su primer grande, hecho que celebró subiéndose al palco donde estaban su familia y su equipo. La serbia, que derrotó en semifinales a su compatriota Jelena Jankovic, aparecerá el lunes como número uno de la lista de entradas de la WTA, ocupando el vacío que la belga Justine Henin dejó tras su sorprendente y prematura retirada. En el cuadro femenino han sido muchas las sorpresas, empezando por ver a Safina en la final de un Grand Slam. Pero la gran revelación la ha protagonizado la española Carla Suárez, que, a pesar de proceder de la previa, llegó hasta cuartos de final, donde perdió ante Jankovic. El nombre de la grancanaria ha irrumpido con fuerza dentro del circuito de las féminas y es mucho lo que se espera del último talento salido de la cantera española. Aparte de la tinerfeña, otras dos españolas han triunfado en esta edición del Abierto de Francia. Virginia Ruano y Anabel Medina, que cayeron eliminadas en las primeras rondas del cuadro individual, se proclamaron campeonas de los dobles femeninos tras derrotar en la final a la australiana Casey Dellacqua y la italiana Francesca Schiavone por 2-6, 7-6 y 6-4.