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BALONCESTO

La tensión entre Sáez y ¬Pepu¬ acabó en despido

Por Luis A. LópezTiempo de lectura4 min
Deportes08-06-2008

El presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), José Luis Sáez, confirmó la destitución de José Vicente Pepu Hernández al frente de la selección española de baloncesto. Con esto, se pone fin a una tensa relación que se inició en 2006, con el nombramiento del técnico como máximo responsable de la selección. Aíto García Reneses, ex técnico del Joventut, será su sustituto.

La FEB, mediante un comunicado, anunció la no continuidad de Hernández al frente del equipo tras "analizar la situación creada a raíz de las últimas declaraciones públicas" del técnico madrileño, por lo que José Vicente no dirigirá a España en los Juegos Olímpicos. Sáez justificó su decisión por "el incumplimiento por parte del entrenador de compromisos contractuales", por la "falta de respeto institucional y personal hacia la FEB y varios miembros directivos que supone haber lanzado públicamente, sin fundamento alguno, acusaciones de persecución y maltrato", y, sobre todo, por las "condiciones de trabajo poco propicias creadas por todo lo anterior a menos de dos meses" para la actuación en los Juegos. Todo esto se produce cuando fue, precisamente, Sáez quien se apresuró en decir que “no se va a producir ningún tipo de divorcio con Pepu”, afirmación tras la cual renovó al madrileño por dos temporadas más poniendo punto y final a la polémica. Cuando todo parecía zanjado de forma definitiva, la contienda se reavivó durante la disputa de la Final a Cuatro de la Euroliga, tras la declaración de intenciones de Pepu de dejar el puesto nada más terminar los juegos. A partir de ese momento, se sucedió un sinfín de declaraciones por parte de ambos y empezaron a tomar cuerpo los rumores que apuntaban a que Pepu no estaría en el banquillo español para la cita de Pekín. El técnico, que se hizo cargo de la selección en 2006 tras la salida de Mario Pesquera, cumplió con el objetivo de clasificar a España para la cita olímpica de este verano. Lo consiguió en dos ocasiones, primero para hacer historia en el baloncesto español tras proclamarse campeón del mundo en Japón 2006 y, después, consiguiendo el segundo puesto en el Eurobasket de España el año pasado. El hasta ahora seleccionador admitió sentirse profundamente triste, pero tiende una mano a su sucesor: "He sido cesado y desde este momento me pongo al servicio del nuevo seleccionador. Os pido a todos que ayudéis mucho a la selección nacional porque lo necesita”. Tras su breve charla con Sáez, comentó que le habían despedido "sin motivos ni razones, pero a partir de ahora se van a construir motivos y razones" y pidió "tranquilidad" para quien le sustituya. Tensión al límite La lucha entre Pepu Hernández y Sáez lleva forjándose desde la final del Eurobasket de Madrid. Desde entonces, las diferencias entre uno y otro han ido aumentando de forma progresiva. La gota que colmó el vaso fue el anuncio del técnico de su decisión de dejar la selección nacional tras los Juegos Olímpicos. Hubo un intento de reconciliación público que no fue sino una mera actuación de teatro que no convenció a nadie. La cuerda entre él y la Federación se tensó un poco más si cabe tras no asistir a la reunión convocada por Sáez, afirmando sentirse “perseguido”, y el presidente dejó caer que "cuando te llama tu jefe, hay que ir". Desde ese momento, muy criticado por el presidente por lo "inoportuno" del anuncio, muchos han sido los nombres que se han barajado para tomar las riendas del equipo español. Al final, Aíto García Reneses, hasta hace poco entrenador del Joventut, será su sustituto. Como primera tarea tendrá la de componer un equipo compacto y sólido en menos de dos meses que pueda aspirar a las medallas en los Juegos de Pekín. Pepu Hernández, que reconoció la semana pasada que se sentía "perseguido por cambios en comportamientos de la Federación Española", también afirmó entonces sentirse "cargado de ilusión y motivación" para dirigir a la selección en los Juegos Olímpicos y cumplir su ciclo. El preparador madrileño nunca pensó en renunciar y si finalmente Sáez decidía su destitución su primera sensación sería de "tristeza, nunca de alivio". Quien diría que su destitución llegara días después de hacer esas declaraciones. Además, el máximo mandatario del baloncesto español desveló que “aún no hay contactos con ningún entrenador” para que se haga cargo del equipo, aunque afirmó que "si pudiera decirlo esta tarde, mejor”. Sáez no escatima ni en detalles ni en exigencias al hablar sobre cómo debe ser el sustituto de Pepu: “Un entrenador con amplia experiencia en España y que nos llevará a un buen resultado en Pekín”.