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ESTADOS UNIDOS

Barack Obama ya hace historia como candidato a la Casa Blanca

Fotografía
Por Miguel Martorell Tiempo de lectura3 min
Internacional08-06-2008

El senador por Illinois Barack Obama ya ha pasado a formar parte de la historia de Estados Unidos al convertirse en el primer afroamericano que participará como candidato demócrata a la Casa Blanca. Aunque ahora la batalla electoral se centrará en batir a su rival republicano, John McCain, Obama no puede olvidarse todavía del nombre que le ha perseguido durante los últimos meses: el de su competidora en el Partido Demócrata, Hillary Clinton.

Las últimas elecciones primarias en el Estado libre asociado de Puerto Rico y en los estados federales de Montana y Dakota del Sur dieron a Obama el espaldarazo definitivo dentro del Partido Demócrata. El senador por Illinois logró con estas tres votaciones alcanzar la cifra mágica de 2.128 delegados, el número necesario para convertirse en el candidato demócrata a la Casa Blanca. Atrás queda casi un año y medio de lucha sin cuartel contra Hillary Clinton para hacerse con la candidatura. La ex primera dama tenía el voto de las mujeres y de la clase trabajadora, además del de los que no creen que un negro pueda sentarse en el Despacho Oval, pero no ha podido hacer nada frente al carisma de un candidato que desata pasiones allí donde va. Obama ha sabido utilizar las nuevas tecnologías para llegar a los más jóvenes, que se han movilizado en estas primarias de una forma sin precedentes. Su “Yes, we can” (Sí, podemos) es en un himno reconocible en todo EE.UU. que circula por Internet en forma de canciones y mensajes de vídeo, pero, sobre todo, se ha convertido en un alegato por el cambio en la política. Bob Dylan, Bruce Springsteen, Susan Sarandon, entre muchas otras personalidades de EE.UU. así como millones de votantes anónimos han sucumbido ante un candidato al que muchos comparan con John F. Kennedy. El mensaje de esperanza de Obama lo ha convertido, en algunos de sus mítines, en una estrella de rock capaz de convocar a 75.000 personas. El pulso interno de Clinton Aunque Obama deberá centrarse ahora en su carrera hacia la Casa Blanca en vencer a su rival McCain, lo cierto es que primero deberá lidiar con el efecto Clinton. La senadora por Nueva York ha movilizado a 18 millones de votantes demócratas que la han visto como el símbolo de la experiencia frente a un candidato de 47 años de edad. Pese a estar derrotada, Clinton retrasó su claudicación hasta el pasado sábado y, aún así, no admitió haber perdido. La ex primera dama se ha retirado de la campaña demócrata porque así se lo han pedido los altos cargos del Partido, no por propia voluntad, y ahora quiere hacer valer su fortaleza para formar parte del nuevo equipo de Obama. El candidato demócrata debe elegir ahora quién le acompañará como número dos, como vicepresidente, y en ese cargo muchos son los que ven a Hillary Clinton. El tándem Obama-Clinton es visto por muchos como la mejor forma de batir a McCain, que cuenta con el handicap de tener 71 años y el lastre del apoyo de George W. Bush. Sin embargo, como el propio Obama ha dicho, Clinton simboliza el pasado y una promesa de cambio no puede llegar con ella de la mano porque sería una hipocresía que podría pasar factura entre los que han creído en el Change del senador de Illinois. Pero la ex primera dama no parece dispuesta a renunciar a esa cuota de poder. Las quinielas del equipo de Obama se centran ahora en buscar un vicepresidente que cuadre con el discurso del senador de Illinois y sus promesas de retirar las tropas de Iraq, reformar el sistema sanitario y el de la seguridad social, además de una diplomacia exterior dispuesta a escuchar a todos con la debida firmeza de la primera potencia mundial.