PAKISTÁN

La sombra del terrorismo integrista amenaza a Dinamarca

Por J. F. Lamata Molina2 min

Internacional08-06-2008

Han pasado casi tres años desde la publicación (septiembre de 2005) de aquellas caricaturas satíricas en el diario danés Jyllands-Posten en la que se representaba a Mahoma como un terrorista islámico, entre otras cosas, con una bomba en el turbante (aunque las caricaturas se hicieron especialmente populares cuando fueron reproducidas por una revista francesa) y la sombra del terrorismo se sigue proyectando sobre ellos.

Un terrorista suicida montado en un coche bomba se lanzó contra la Embajada de Dinamarca en Islamabad, capital de Pakistán, y provocó ocho muertos y más de 30 heridos. La explosión dejó un cráter de un metro de profundidad, destruyó la puerta de la representación diplomática y dejó graves daños materiales. Del personal de la Embajada, un diplomático danés de origen paquistaní, según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores danés, y un empleado de la limpieza resultaron muertos. Los demás fallecidos y todos los heridos eran paquistaníes, según la Policía. Ésta cree que el motivo del ataque ha sido que se ha vuelto a publicar una de las ya tristemente célebres caricaturas de Mahoma, que son consideradas ofensivas por los radicales islámicos y que llevaron al cierre de esa Embajada en 2006 después de violentas protestas. El ministro de Asuntos Exteriores danés, Per Stig Moller, citó a la red terrorista Al Qaeda como posible responsable del ataque y recordó que su líder, Osama bin Laden, "instó hace unos meses a atacar a Dinamarca" por la publicación de las viñetas. Moller recordó que Dinamarca ha reforzado la seguridad en sus embajadas y que en la de Islamabad ha instalado cámaras de vigilancia y guardias de seguridad en el exterior. Recientemente, y por amenazas semejantes a raíz de la difusión de un vídeo en Holanda, la representación diplomática de este país en Islamabad trasladó sus instalaciones a un hotel de lujo que cuenta con un férreo cordón de seguridad. La Embajada de Noruega, próxima a la danesa, decidió la semana pasada cerrar sus dependencias, mientras las autoridades paquistaníes anunciaron que extremarán las medidas de seguridad. Dinamarca, que no había sufrido el terrorismo hasta llegado este siglo, se encuentra ahora con que sus embajadas son blanco preferente de los fanáticos por unas caricaturas. El país no tiene tropas en Iraq, aunque sí apoyó la primera guerra del golfo y el descabezamiento de los talibanes en Afganistán, donde sí mantiene soldados. Que publicar un cómic sea motivo para que fanáticos islámicos lancen bombas lleva a la cruel reflexión de si es verdad lo que decía aquella viñeta de Montoro en La Razón: "Han asesinado por culpa de la viñeta. ¡Sí, es que cómo se le ocurre decir que son violentos!"