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ITALIA

La Camorra asesina a un colaborador de la Policía

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional01-06-2008

La Camorra napolitana demostró estar dispuesta a la guerra para evitar los ataques de la Policía. Un empresario del tradicional sector de negocios de la mafia, el tráfico de basuras, con antiguos lazos con el clan de los Casalesi fue ejecutado la pasada semana por miembros de la banda debido a su reciente colaboración con la Justicia transalpina, que parece reaccionar por fin a la influencia de la Camorra en Nápoles.

Michele Orsi, de 47 años, fue tiroteado por dos matones a sueldo cuando se disponía a acudir a un restaurante de Casal del Príncipe, una localidad cercana a Nápoles que precisamente bautiza a los Casalesi. Su estampa se había hecho famosa en la región por el hecho de que pasó de estar implicado en el escándalo del Consorcio Eco4, una empresa de Orsi que recibió una licencia para eliminar basuras y de la que se supo que estaba ligada con la Camorra, a delatar a los miembros de la mafia napolitana. Su colaboración con la Policía desveló alguno de los secretos mejor guardados de la Camorra como quiénes son sus líderes y cómo han sacado beneficio del tráfico ilegal de basuras. Según los investigadores, el asesinato de Orsi no tiene un objetivo meramente puntual ceñido a su colaboración, sino que la cúpula de la Camorra quiere que sirva de lección a los empresarios que empiezan a animarse a colaborar con la Policía. No es casual que tan sólo un día antes de la muerte de Orsi otro grupo de sicarios intetase asesinar en la localidad de Villarrica a la sobrina de Francesco Bidignetti, un histórico de la Camorra, quien estaba colaborando con la Justicia. Y es que todos las voces apuntan que los Casalesi han decidido ofrecer una demostración de fuerza como respuesta a las operaciones policiales que han estrechado el cerco entorno a ellos. Precisamente, testimonios como los de Orsi permitieron que los Carabinieri detuvieran la pasada semana a 53 personas por asociación mafiosa, blanqueo de dinero, extorsión y compra de votos a cambio de favores. Todos los detenidos están relacionados con los Casalesi, un clan que es dirigido por Antonio Iovine, quien está fugado de la Justicia desde hace 12 años y es miembro de honor de la lista de las 30 personas buscadas más peligrosas elaborada por el Ministerio del Interior. Según las pesquisas, diversos miembros de la Administración pública habrían adoptado deudas de favores, traducidas en aprobación de licencias de contrato y de obra, a cambio de que el clan camorrista procurase varios cientos de votos a diversos candidatos en las elecciones locales de 2004.