LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DERECHO AL HONOR
Gallardón sienta en el banquillo a Losantos por injurias graves
Por Silvia Álvarez-Buylla Martínez2 min
Comunicación02-06-2008
Se abre de nuevo el debate sobre si la libertad de expresión debe tener límites o si, por el contrario, los periodistas pueden decir abiertamente su opinión sin contar con limitaciones. Esta vez los protagonistas son el locutor de la Cope, Federico Jiménez Losantos, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Éste sienta en el banquillo al periodista por un delito de injurias graves con publicidad ya que le tachó de “traidor”, de “bandido” y de no querer investigar los atentados del 11 de marzo.
El alcalde de Madrid echa un pulso a los medios de comunicación, en concreto a la Cope y al diario El Mundo. Alberto Ruiz Gallardón ha sentado en el banquillo al locutor de La Mañana de la Cope y columnista de El Mundo, Federico Jiménez Losantos, por un delito de injurias graves con publicidad, hecho por el cual Losantos se enfrenta al pago de una multa de 72.000 euros que será donada por Gallardón a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). La vista oral iniciada el 28 de mayo en el Juzgado número 6 de lo Penal de Madrid se reanudará el próximo 4 de junio. Gallardón no admite que el periodista le tache de “traidor”, “bandido”, “siniestro” y “lacayo del Gobierno” y, sobre todo, niega su opinión sobre que el alcalde de Madrid no quería investigar el 11-M y prefería la impunidad de los “verdaderos autores” de la masacre. Durante el juicio, el periodista admite haber dicho los insultos contra Gallardón, pero afirma que los dijo porque no quería investigar los atentados del 11-M y prefería la impunidad de los autores de la masacre. “Lo dije para intentar buscar justicia para las víctimas del 11-M. Me angustiaba la desazón y la angustia de las víctimas. Acudían a nosotros porque éramos los únicos que buscábamos justicia”, afirmó Losantos. Por su parte, el alcalde de Madrid, dijo a la magistrada Inmaculada Iglesias que la crítica se acoge al ejercicio democrático, pero lo vertido por Losantos es “lo más grave, injurioso y ofensivo” que le han dedicado en “toda la vida”. Además, explicó que la querella no ha supuesto una violación de la libertad de expresión porque se refiere a “conductas delictivas”. Gallardón cree que el periodista ha hecho las afirmaciones “más graves” que le han dicho nunca, ya que le acusó de pretender que los asesinos de 192 madrileños quedasen impunes, así como de intentar que no se celebrase el juicio del 11-M y de ocultar las pruebas, lo que supone una vulneración reiterada y grave de su dignidad y honor. El juicio reunió a periodistas y políticos en la sala. Esperanza Aguirre, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y Pedro J. Ramirez fueron algunos de los convocados. Hubo opiniones para todos los gustos. Zaplana optó por no mojarse, Acebes negó que Gallardón discrepara de la línea oficial del PP en cuanto al 11-M, Aguirre apoyó las palabras del alcalde y Pedro J. recordó que el ex presidente José María Aznar ya había calificado anteriormente a Gallardón de “desleal” y otros compañeros y periodistas de “traidor”. Fuera de la sala, el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, afirmó que Gallardón “no ha hecho bien” en querellarse porque “la libertad de expresión hay que defenderla por encima de todo” y la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, dijo que nunca ha ido a juicio contra un periodista sin antes haber agotado todos los medios a su alcance para evitarlo.