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ORIENTE PRÓXIMO

Se abre una esperanza de paz entre Israel y Siria

Por Iara MantiñánTiempo de lectura2 min
Internacional25-05-2008

Jerusalén y Damasco anunciaron de forma simultánea que habían reiniciado las conversaciones de paz, suspendidas en el año 2000. Los contactos serán indirectos con la mediación de Turquía. Lo que está en juego: Israel devolvería los Altos del Golán a cambio de un acuerdo de paz comprensivo y Siria suspendería su apoyo a los grupos terroristas.

Israel y Siria son enemigos desde hace décadas. Los intentos de alcanzar la paz han fracasado reiteradamente en el pasado, la última vez fue en el año 2000. Ambos países han librado guerras en tres ocasiones, y sus fuerzas también se han enfrentado en Líbano. En especial, destaca la Guerra de los Seis Días, también conocida como Guerra de Junio de 1967 en la historiografía árabe, fue un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Iraq y Siria. Durante la guerra, las tropas israelíes consiguieron provocar la huida de un importante número de combatientes sirios, lo que permitió a Israel ocupar Qala¬, Tel ¬Azziziat y otras localidades cercanas de los Altos del Golán. Creyendo que las pérdidas eran mayores de las reales, el Ejército sirio emprendió la retirada la noche del 9 de junio de 1967. Como en todas las negociaciones, ambos países exigen condiciones para llegar a la paz. Para que Siria acceda, Israel deberá entregar las Mesetas del Golán, el espacio geográfico que Tel Aviv capturó durante la Guerra de los Seis Días, y posteriormente anexó. El problema de esta condición es que actualmente en ese territorio viven unos 18.000 israelíes, algunos de los cuales han adoptado la ciudadanía israelí y otros se consideran sirios. Además, Israel le pide a Siria que deje de apoyar a la facción chií Hezbolá en Líbano y que se separe de la política defensiva y nacionalista de Irán. El caso de Líbano es otro de los problemas que requiere ser estudiado detenidamente. Muchos expertos lo comparan con el escenario de Corea o Vietnam durante la guerra fría entre la URSS y EE.UU., ya que al igual que en esos países, Líbano ha sido un escenario donde se ha enfrentado el Ejército sirio contra el israelí. Los sirios apoyando a la facción chií o más fundamentalista de Hezbolá, y los israelíes apoyando a la población suní durante los conflictos civiles del país. Turquía, el estado mediador El caso de Turquía siempre ha sido paradigmático en Oriente Próximo. Son musulmanes y comparten con los árabes muchas de sus raíces pero debido a la invasión y pretensiones expansionistas del Imperio Otomano, que llegó hasta las puertas de Viena, pasando por todos los Balcanes en el siglo XX, comparten también con los europeos parte de su cultura más endógena. Prueba de ello es su Gobierno proeuropeo encabezado por el ministro Tayyip Recep Erdogan, y su estatus de posible futuro candidato a la Unión en 2013. Debido a esta posición pendular, el Estado se presenta como mediador para poner fin a este conflicto e iniciar las conversaciones de paz entre ambos estados. Como respuesta, Siria e Israel agradecieron a Turquía por su ayuda y Ankara emitió por su cuenta una confirmación en la que declaraba que las dos partes estaban “satisfechas”.