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GOLPE A LA BANDA

Desmantelada la cúpula de ETA que dinamitó el proceso de paz de Zapatero

Fotografía
Por I. Sánchez/ A. RigueiroTiempo de lectura4 min
España25-05-2008

“Hoy estamos mejor que hace un año, pero dentro de un año estaremos mejor que hoy". Tan solo un día después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pronunciase estas palabras en pleno proceso de negociación con ETA, un comando de la banda hacía estallar una furgoneta bomba en el aparcamiento del aeropuerto de Barajas (Madrid) que acabó con la vida de dos personas y con el alto el fuego decretado por los terroristas en marzo de 2006. Ahora, los responsables de tomar aquella decisión de volver a las armas y poner fin a cualquier tipo de diálogo con el Ejecutivo han sido detenidos, entre ellos el número uno de la banda, Francisco Javier López Peña, alias Thierry.

Se trata de la más importante operación contra la banda, desde el desmantelamiento de su cúpula en Bidart (1992). Este último golpe, llevado a cabo en la noche del martes 20 en Burdeos (Sur de Francia), se produjo gracias a la colaboración de La Guardia Civil y la Gendarmería francesa, que lograron la detención de hasta cuatro máximos dirigentes de ETA, entre los que se encontraban, además del número uno, Ainhoa Ozaeta, compañera sentimental del hijo de Josu Ternera, Igor Suberbiola y Jon Salaberria, precisamente, ex parlamentario vasco de la ilegalizada Batasuna. Los cuatro mantenían una supuesta reunión en un apartamento en el centro de Burdeos y pese a llevar pistolas cuando procedieron a detenerles, no las usaron y ni siquiera alguno opuso resistencia. Los agentes registraron cuatro pistolas automáticas y municiones, material de fabricación de explosivos e informático, documentos falsos y papeles de la banda. Pocas horas después, la Guardia Civil detenía en Andoain a su ex alcalde, de EH, José Antonio Barandiaran, por su relación directa con esta operación. Tanto Salaberria como Ozaeta, que leyó el comunicado del “alto el fuego permanente” en marzo de 2006, mantuvieron reuniones con el Gobierno en 2007 para negociar la no comisión de un nuevo atentado tras el de Barajas. Ambos miembros de la ilegalizada Herri Batasuna eran considerados la mano derecha del dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. Aunque si hubo un interlocutor determinante dentro de la banda, ese fue sin duda Francisco Javier López Peña, alias Thierry. Considerado el jefe del aparato militar y político de la banda, sustituyó a Ternera, en el puesto primero de la banda, y participó en las últimas reuniones del denominado proceso de paz entre el Gobierno y ETA. De esta forma, presenció no sólo las negociaciones de diciembre de 2006, época del atentado de Barajas, sino además en el último encuentro con el Gobierno de Zapatero con la banda en mayo de 2007. Apenas un mes después de este segundo y último encuentro, el 5 de junio, ETA comunicó el fin de la tregua al entender que el Gobierno no estaba cumpliendo con sus compromisos. La Policía apunta a Thierry como la persona que tomó esta decisión y que antes había dado la orden de realizar el ataque de la T-4 así como los atentados posteriores llevados a cabo por la banda como el que el pasado 7 de marzo, a dos días del 9-M, terminó con la vida del ex concejal socialista Isaías Carrasco en Mondragón (Guipúzcoa). Se les atribuye igualmente el dirigido contra las casas cuarteles de la Guardia Civil en Durango, en agosto de 2007, y en Legutiano, hace apenas dos semanas, que se llevó la vida de un agente del Cuerpo, José Manuel Piñuel. La ministra de Interior francesa, Michelle Alliot-Marie, destacó el mismo día que la detención de los etarras fue el resultado de la colaboración entre los servicios españoles y franceses por el acuerdo firmado recientemente con su homólogo español. Por si quedara alguna duda sobre la relevancia de este desmantelamiento, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo clarificó en su primera declaración tras la exitosa operación: “No es una operación más. Se ha detenido a la persona con más peso político y militar de la banda terrorista”. DE NUEVO TERNERA De este modo, parece claro que el golpe policial ha dejado a la banda terrorista sin su líder más duro y radical. Las últimas investigaciones policiales apuntan a que el liderazgo de la banda podrá recaer en Josu Ternera y en su hijo. Con esta detención, las cosas han dado un giro de 180 grados en la banda terrorista, ya que López Peña era en la actualidad el cabeza de la banda después de haber desplazado a José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, del liderazgo. Durante el proceso de paz, Ternera, el que durante años ha sido el número uno de ETA, fue el encargado de llevar a cabo las negociaciones con el Gobierno. Fuentes cercanas al proceso afirmaron que la banda estaba claramente dividida y pasaba por una crisis interna. Por una parte, estaba el sector de Ternera, que apoyaban llevar a cabo el proceso de paz. Sin embargo, en el otro bando se encontraba Francisco Javier López Peña, cuyo objetivo era lograr los objetivos históricos de la banda sin ninguna concesión al Gobierno. Las sucesivas caídas de las cúpulas etarras sumado a la enfermedad de Josu Ternera llevaron a Thierry a la jefatura política de la banda. Su perfil es el de un hombre muy extremista. Él fue el que dio por rotas las conversaciones con el Gobierno e impuso la ruptura del primer intento de tregua llevado a cabo por Zapatero.