MEDIO AMBIENTE
La Unión Europea aprueba una normativa contra los delitos ambientales
Por Leticia Prado
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Sociedad21-05-2008
El vertido de sustancias susceptibles de causar daños graves a la salud o al medio ambiente; el lanzamiento de residuos en alta mar o el comercio o destrucción de flora y fauna protegidas son parte de los nueve delitos ambientales de la lista elaborada por el Parlamento Europeo.
La necesidad de cuidar el planeta es una realidad cada vez más conocida, no sólo por los expertos, sino también por los ciudadanos y los altos cargos de los diferentes países. Después de varios intentos, el Parlamento Europeo ha conseguido una normativa común que castiga los atentados contra la naturaleza. El acuerdo que ha alcanzado no establece sanciones comunes para toda la Unión Europea, sino la obligación de penar una serie de violaciones contra el medio ambiente. El objetivo de la directiva es la toma de medidas “efectivas, proporcionales y disuasorias” contra los delincuentes medioambientales. En menos de dos años, los países europeos deberán incluir en sus códigos penales los castigos apropiados contra este tipo de delitos. Así, evitarán que los infractores de la normativa aprovechen las diferencias jurídicas dentro de las fronteras de la Unión para evitar la sanción. El Parlamento ha elaborado una lista en la que aparecen las nueve actuaciones perjudiciales para el medio ambiente que han de ser sancionadas: el vertido de sustancias que puedan causar daños graves a la salud o al medio ambiente; el lanzamiento de residuos en alta mar; la producción, uso o transporte de material nuclear o nocivo para el ozono; el comercio o destrucción de especies protegidas, y los actos que deterioren los entornos protegidos. Todas ellas serán consideradas como delitos criminales si son consecuencia de una negligencia grave o de actos voluntarios. Los países cuyo orden jurídico ya contemple sanciones para este tipo de actuaciones podrán mantener el listado de sanciones en su escrito, siempre que incluyan los nueve delitos establecidos por el Parlamento Europeo. A pesar de ello, las asociaciones ecologistas consideran que esta iniciativa europea no va a ser efectiva.