INFANCIA
El Gobierno promueve un registro que detecte el maltrato infantil
Por La Semana
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Sociedad24-12-2001
Los casos de maltrato físico a menores son los más habituales en España y se detectan normalmente cuando las víctimas se someten a la exploración médica. No obstante, muchos niños sufren maltrato en este país y no se ve hasta que pasa mucho tiempo.
El Ministerio de Asuntos Sociales y las comunidades autónomas van a poner en marcha un registro que detectará los casos de maltrato infantil allí donde más están los niños: en los colegios y los hospitales. El registro sacará a la luz muchos casos que no se detectarían hasta que se convirtiesen en delito y después de que el pequeño lo hubiera sufrido en silencio durante mucho tiempo. Además, se pondrá especial interés en detectar otros tipos de maltrato, como la negligencia, el maltrato emocional y el abuso sexual. Para ello, los colegios y hospitales tendrán unos documentos que habrán de rellenarse y enviarse a los servicios sociales de ayuntamientos y comunidades. Con la aplicación del registro se trata de buscar soluciones a los casos antes de acudir a la vía judicial, salvo en agresiones graves y delitos. Los cuestionarios que se repartirán también en los centros de servicios sociales y de la policía los ha elaborado el Observatorio de la Infancia, organismo coordinado por Asuntos Sociales. Con ellos, el profesional que los haga tendrá que rellenar, según los casos, los apartados de maltrato físico, negligencia, maltrato emocional y abuso sexual. Normalmente, la víctima suele sufrir varios de ellos al mismo tiempo. Las comunidades autónomas podrán aplicar este acuerdo desde este 2002. Las cifras del maltrato a menores en España responden a los extremos de estos delitos: unos cien niños mueren al año por causa de maltrato físico. Los casos pueden oscilar, según los expertos, entre los 15.000 y los 70.000. Estas cifras se basan en la creencia por parte de los expertos de que por cada caso de maltrato físico hecho público existen otros siete desconocidos que responden a caso de maltrato emocional, negligencia y abuso sexual. A ellos habría que sumar los casos de daños de menor gravedad que se producen a los menores en situaciones de normalidad familiar.