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ARGENTINA

Gobierno y agricultores alcanzan el primer acuerdo de la Crisis de la Soja

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura2 min
Internacional04-05-2008

El Gobierno argentino y las asociaciones de agricultores, en guerra desde hace más de un mes por el incremento del impuesto de exportación para la soja, alcanzaron el primer acuerdo desde el inicio de la crisis durante la pasada semana. El Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner decidió reabrir las exportaciones de vacuno y cereales a cambio de que los agricultores, que anuncian nuevas movilizaciones, vuelvan a abastecer al país.

La crisis del campo argentino, surgida el pasado marzo después de que el ex ministro de Economía, Marín Louesteau, anunciara un incremento del impuesto de exportación de la soja, parece ver la luz al final del túnel. El Gobierno argentino anunció la pasada semana que levantaría la suspensión de exportaciones de trigo y carne de vacuno, aprobadas hace un mes como contraataque a la huelga de comercialización de los agricultores. Con la prohibición de la venta exterior de cereal y carne el Ejecutivo buscaba garantizar el reabastecimiento de alimentos en todo el país sin que los precios se disparasen por motivo del parón de los agricultores. En contrapartida por la reapertura del grifo internacional por parte del Gobierno, las cuatro agrupaciones que representan a los agricultores argentinos declinaron en cualquier caso retomar la huelga comercial y el bloqueo de carreteras que impedía el tránsito de camiones con alimentos hace cosa de un mes. La razón principal de ello es que los agricultores no quieren provocar un hipotético rechazo social que podría decantar la balanza a favor del Gobierno. El campo argentino sabe que su mensaje de inconformismo está calando entre la población y está suponiendo un importante desgaste a la presidenta Fernández de Kirchner, lo que obliga al Ejecutivo a sentarse a negociar. La pérdida de apoyo popular por otra crisis de abastecimiento a causa de la huelga sería letal para los intereses de los agricultores, pero, pese a todo, éstos han decidido que “se comercializará sólo lo estrictamente necesario” de la producción agropecuaria “dadas las condiciones poco claras del mercado.” La Crisis de la Soja ha azotado a la figura de la presidenta tan sólo 100 días después de su elección. El desgaste ha sido tan peligroso que en numerosas ocasiones Fernández de Kirchner ha tratado de desacreditar a los agricultores denunciando una actitud golpista que le recordaba a la de la Junta Militar comandada por Rafael Videla que tomó el poder en 1976. Pese a todo, la presidenta adquirió el compromiso la pasada semana de retomar próximamente las conversaciones acerca del impuesto sobre la soja ante la posición más calmada del sector rural.