Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

AMÉRICA LATINA

Venezuela y Bolivia avanzan en sus proyectos de nacionalizaciones

Por Gema DiegoTiempo de lectura1 min
Economía04-05-2008

Chaco, Transredes y la Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia (CLHB) han pasado a manos del Gobierno boliviano cuando se cumplen dos años del anuncio del decreto de nacionalización de los hidrocarburos promulgado por Evo Morales. Éste y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se mantienen firmes en sus ideas de absorción de los sectores privados por parte del ente estatal.

43 millones de dólares ha reservado el Gobierno de Morales para materializar estas operaciones. En primer lugar, para hacerse con más del 50 por ciento de las acciones de Chaco, empresa de Panamerican Energy, del grupo British Petroleum, que se convierten en propiedad de la estatal Yacimiento Petroleros Fiscales Bolivianos (YPFB). En segundo lugar, para tener la mayoría accionarial en la transportadora de hidrocarburos Transredes, que estaba participada por la británica Ashmore y la anglo-holandesa Shell. Por último, esta inversión también servirá para obtener la totalidad de las acciones de la CLHB, que pertenecía a inversores peruanos y alemanes y que se encarga de almacenar carburantes. Estos pasos se complementarán con un contrato firmado con Repsol YPF por el que YPFB pasa a tener el control de la mayoría del capital de la filial Andina, lo que le permitirá participan en la junta de accionistas, el directorio y la administración y gestión de la compañía. Además, el afán nacionalización de Morales ha llegado también a las telecomunicaciones. En concreto, a la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), controlada en 50 por ciento por la italiana Telecom y en un 47 por ciento por el Estado boliviano. Morales ya había intentado con anterioridad recuperar Entel, pero Telecom llevó el asunto hasta el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias de Inversiones (Ciadi), lo que paralizó las negociaciones. Entre tanto, en Venezuela las nacionalizaciones van por el ámbito de las siderúrgicas. Así, la ítalo-argentina Siderúrgica del Orinoco (Sidor) se ha convertido en compañía estatal a falta de la ratificación del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. El Gobierno venezolano ha tomado esta decisión a raíz de un conflicto laboral surgido hace 15 meses y que ha llevado a Chávez a prometer la transformación de Sidor “en una empresa socialista, del Estado socialista, para impulsar la revolución bolivariana”.