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EUROPA

El Consejo de Europa llama a luchar de raíz contra el fundamentalismo

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional20-04-2008

El Consejo de Europa ha tomado una determinación sólida para intentar reducir la atracción que ejercen los grupos fundamentalistas. En su Asamblea Parlamentaria, organismo en el que están presentes todos los países del continente excepto Bielorrusia, el Consejo ha adoptado una resolución en la que reconoce la gravedad de la situación e insta a los gobiernos a trabajar conjuntamente con las comunidades musulmanas.

La resolución publicada por la Asamblea supone un intento por acabar con el efecto imán que ejercen estos grupos extremistas. El texto agradece su labor a los líderes musulmanes, organizaciones y creadores de opinión que han condenado con firmeza el terrorismo. Sin embargo, se refiere con dureza a los gobiernos, a los que acusa de falta de planificación al no atacar de raíz el problema. El Consejo, con sede en Estrasburgo, insta a los ejecutivos de los 47 países firmantes a trabajar contra la pobreza, la discriminación y la exclusión social entre las comunidades musulmanas. “El consejo de Europa debe continuar siendo vigilante para prevenir y combatir el fenómeno de la islamofobia”, reza la resolución. Además, solicita la supervisión de las ayudas que llegan a sus países desde estados islámicos, por ejemplo, para la financiación de mezquitas y la designación de imanes. Con ello, pretenden “asegurarse de que estas acciones no están utilizadas para promover visiones extremistas”. En este sentido, el organismo aboga por la creación de cursos para formar a los imanes dentro de los propios países. La resolución abraza al islam como un elemento de las sociedades occidentales. De hecho, se trata de la segunda religión más profesada y la que más aumenta. De ahí, dice el texto, la necesidad de integrar a los inmigrantes y a sus hijos, de evitar la discriminación y de desarrollar actividades relacionadas con la Alianza de Civilizaciones. En términos más concretos, el Consejo llama a promover la igualdad de oportunidades y la participación de los musulmanes en la política. A los líderes musulmanes en Europa se les pide que impliquen a sus fieles en su adaptación a la sociedad y la aceptación del carácter secular del país en el que viven, amén de invitarles a que promuevan los valores occidentales. Las únicas voces de cierta disidencia con el texto llegaron desde Turquía. La legisladora socialista turca Birgen Keles cree que “sería mejor hablar de fundamentalistas, en vez de islámicos”. Hubo hasta cinco enmiendas por parte de los diputados turcos para que se sustituyera el término “islámico” por el de “religioso”, pero ninguna fructificó. El Consejo, por boca del portugués Joâo Bosco Mota Amaral, encargado de presentar el informe, señaló que “hablar de fundamentalismo islámico no significa que no haya otros tipos de fundamentalismo”.