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TOROS

¬El Juli¬ corta una oreja en el duelo con José Tomás en Barcelona

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Espectáculos20-04-2008

La plaza de toros de la Ciudad Condal registró un nuevo lleno de "No hay billetes" con la presencia de su torero en el cartel. José Tomás regresaba a Barcelona tras los triunfos que cosechó en esta plaza la pasada temporada, año en que retornó a los ruedos, y lo hizo acartelándose con el diestro que compite también por el título de mandamás de la fiesta en este 2008: Julián López El Juli.

Pero como el toreo es un arte efímero y a veces el corte de una oreja no es comparable con un buen detalle acontecido durante la lidia, resulta muy complicado aventurarse a nombrar al vencedor. A ello hay que añadir que ni los toros que les tocó en suerte fueron iguales, ni el concepto de la lidia de cada cual es idéntico, ni menos aún lo son las circunstancias que acompañan a cada torero. Por eso, sólo queda el recurso numérico de los goles que se marcan, que si en el terreno futbolístico a veces no acompañan los triunfos al que hace el jogo bonito, en los toros tampoco siempre corta las orejas aquel torero que más emocionó, más valiente estuvo y mejor técnica demostró en el ruedo. Para más inri, en la fiesta entra en juego el toro, un balón un tanto imprevisible. Sobra decir también que los de Garcigrande -remendados con ejemplares de Domingo Hernández- no fueron los toros premiados de Victorino Martín recientemente en Sevilla. Ni en acometividad ni en casta. También es sabido que por mucho que se domine el juego, el equipo vencedor ha de llegar a puerta y marcar. Dicho en jerga taurina, correr la mano sin dejarse engarchar la pañosa y matar a la primera y en lo alto. Estas situaciones no las degustó Tomás el pasado domingo en Barcelona después de ensimismar al respetable toreando a la verónica y con algún que otro muletazo. Tampoco anduvo demasiado acertado El Juli con sus oponentes, aunque al que cortó la oreja le liquidó de media estocada después de exprimir los muletazos que parecía no tener el toro que cerró el festejo. Tampoco le funcionó la tizona al matador que abría el cartel del duelo Tomás-Juli: Juan Serrano Finito de Córdoba. Aunque el de Sabadell dejó algún detalle con el capote y anduvo predispuesto con la muleta, el respetable no tuvo con él la paciencia que con sus compañeros de paseíllo.