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SALUD

Un escape reabre el debate de la seguridad de la energía nuclear

Por Paula PortasTiempo de lectura1 min
Sociedad20-04-2008

Frente a sus ventajas como la alta rentabilidad, bajo coste o escasa contaminación al no generar emisiones de CO2, los detractores de la energía nuclear insisten en el peligro de fugas radiactivas y apuestan por energías limpias y renovables, aunque son insuficientes para garantizar el abastecimiento energético en España.

En España hay siete centrales nucleares destinadas a la producción de energía eléctrica, dos de ellas, Almaraz y Asco tienen unidades gemelas, por lo que el número de reactores es de nueve. Los sucesos clasificados por encima del nivel cero han sido 447, de éstos, a excepción del que ocurrió en Trillo en enero de 1992 y Vandellós en agosto de 2004, ambos clasificados con nivel dos, el resto fueron de nivel uno. La ONG Greenpeace ha denunciado recientemente una fuga de contaminación radioactiva en la central nuclear de Ascó, que se produjo durante una recarga de combustible el pasado mes de octubre. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considera que el suceso ocurrido ha sido más grave de lo inicialmente clasificado, por lo que ha elevado el nivel hasta la categoría dos de la escala internacional de este tipo de sucesos, que va desde cero a siete. Además ha abierto un expediente sancionador a la central y ha desplazado un equipo para investigar y esclarecer el suceso y realizar comprobaciones radiológicas. Aunque el CSN y los propietarios del complejo aseguran que no hay riesgo para la población ni el medio ambiente, el incidente supone una amenaza para la credibilidad de una energía nuclear segura, por la que claramente apuestan países como Francia o Reino Unido mientras que otros como España, son partidarios de energías renovables. El comisario de Energía de la Comisión Europea, Andris Piebalgs, defiende abiertamente sus ventajas en la lucha contra el cambio climático y como alternativa para conseguir el abastecimiento energético, aunque insiste en la necesidad de tomar medidas para garantizar la seguridad tanto en las centrales como en el tratamiento de los residuos radiactivos.