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RELIGIÓN

El Papa recuerda las raíces cristianas de la ONU en su viaje a EEUU

Por Esteban del PozoTiempo de lectura2 min
Sociedad20-04-2008

Cinco días ha durado la visita de Benedicto XVI a EEUU. Mensajes como la condena a los sacerdotes acusados de pederastia y el compromiso común con Bush para luchar contra el terrorismo y por la paz en Oriente Medio, encuentros con los Obispos americanos, los universitarios y personas de otras religiones para continuar el diálogo interreligioso, y la visita a la sinagoga y a la sede de la ONU destacan entre los numerosos compromisos que han llenado la agenda de su Santidad.

Estados Unidos es uno de los países donde la palabra Dios está más presente: en la justicia, en el gobierno, en las escuelas, en el ejército... Sólo el 16,1 por ciento de la población no es religiosa. Las prácticas mayoritarias son el protestantismo evangélico (26,3 por ciento), el catolicismo (23,9 por ciento) y el protestantismo (18,1 por ciento). La influencia de EEUU, al ser la primera potencia mundial, en organismos como la ONU o la OTAN no es nada desdeñable, al igual que la relevancia de sus actos. La apostolización de una sociedad que busca la verdad de Dios y la lucha por los derechos naturales del ser humano, violados muchas veces por parte del Gobierno americano como con la pena de muerte, el aborto o la guerra preventiva, son las razones principales del viaje del Pontífice a tierras estadounidenses. Ya en el avión, en su reunión con los periodistas, afirmó sentirse “profundamente avergonzado” de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes a menores. Una vez en tierra, Benedicto XVI, se reunió por sorpresa con víctimas de estos sucesos a los que dedicó palabras de “aliento y esperanza”. Algo parecido es el lema del viaje de su Santidad, Cristo, nuestra esperanza. En el día de su 81 cumpleaños, el Papa se reunió con el presidente Bush y tuvo una celebración de Vísperas con obispos. Del encuentro con el máximo mandatario estadounidense salió un comunicado conjunto en el que se mostraba “total rechazo al terrorismo y a la manipulación de la religión para justificar actos inmorales y violentos contra los inocentes”. No quedaron fuera temas como la guerra de Iraq, en la que mostraron su “común preocupación” por la actual situación del país, el conflicto en Oriente Próximo, la emigración, la familia y la vida. En la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recordó las raíces cristianas de esta institución y a su “precursor”, Francisco de Vitoria, cuándo en el siglo XVI creó el Derecho de Gentes. Denunció la ONU debe intervenir ante crisis y violaciones de derechos cuando sus Estados no lo hacen. “Lo que se necesita es una búsqueda más profunda de los medios para prevenir y controlar los conflictos, explorando cualquier vía diplomática posible y prestando atención y estímulo también a las más tenues señales de diálogo o deseo de reconciliación”, agregó. El sábado, antes de volver a casa, el Papa ofició una Santa Misa en la catedral de San Patricio, la más grande de EEUU. Era la primera vez que un Pontífice celebraba allí la Eucaristía y miles de fieles se tuvieron que quedar fuera esperando su salida.