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SEQUÍA

Las últimas lluvias no ayudan a superar la falta de agua

Por Leticia PradoTiempo de lectura2 min
Sociedad09-04-2008

La Península vive una de las peores sequías de las últimas décadas. El temporal de viento y lluvia de esta semana no ha servido para dar un respiro a las comunidades en las que la falta de agua es, cada vez, más notable. Los meteorólogos prevén que las precipitaciones se matendrán la próxima semana. De no ser así, los diferentes gobiernos regionales tendrán que establecer restricciones en el uso del agua.

Los embalses se encuentran a menos de la mitad de su capacidad. Desde que empezó el año hidrológico, el pasado 1 de octubre, ha llovido un 35 por ciento menos de lo habitual. El descenso de las reservas de agua es notable: han caído de media 268 litros por m2, mientras que lo propio de estas fechas es de 412 m2. El temporal de lluvias que ha recorrido la Península esta semana ha traído de vuelta la esperanza: los 20 litros por m2 recogidos han servido para mejorar el déficit de agua de los embalses peninsulares. Aún así, algunas comunidades ya tienen preparados los dispositivos de emergencia para los casos en los que el suministro humano se vea afectado. Las precipitaciones durante los últimos meses han sido escasas. Galicia ha sido una de las comunidades más afectadas por la escasez de agua. Sin embargo, la Cuenca Hidrográfica del Norte (CHN) ha decidido desactivar la pre-alerta de sequía decretada el pasado mes de noviembre. Las últimas lluvias han situado el agua de los embalses a un 60’3 por ciento de su capacidad y, aunque no alcanza los niveles de otros años, sí está muy cerca de la normalidad. Las reservas de la cuenca del Duero y de la Comunidad de Madrid también se han visto beneficiadas por el temporal. Aún así, en los tres casos, el agua embalsada ha descendido 18 puntos con respecto al año anterior y, por ello, las autoridades recuerdan a los ciudadanos la necesidad de hacer un uso responsable del agua. Pero no todas las regiones corren la misma suerte. A pesar de que la lluvia estropeó el inicio de la Feria de Abril, el agua recogida no ha contribuido a superar la peor sequía a la que se enfrenta Andalucía desde 1995. El consumo doméstico está aún garantizado pero los agricultores buscan cultivos alternativos ante la ausencia de agua para el regadío. Cataluña es, de todas las comunidades, la más asolada por el semestre más seco de los últimos años. Esta semana de lluvias ha servido para aplazar la entrada en estado de emergencia, que indica que los embalses están a menos del 20 por ciento de su capacidad, hasta el próximo 1 de mayo. La falta de agua obliga a la toma de medidas que controlen un uso poco racional del agua. En el caso catalán, el Gobierno regional ha ido elaborando diferentes planes que aseguren el suministro de agua de la zona, desde trasvases hasta mecanismos que ayudan a ahorrar agua. Incluso han establecido ciertas restricciones. Los derrochadores se tendrán que enfrentar a sanciones de hasta 3.000 euros si malgastan el agua al regar el jardín, lavar el coche en una vía pública o llenar la piscina con agua potable. Si la sequía avanza, muchas comunidades se verán obligadas a tomar este tipo de medidas para evitar cortes en el abastecimiento.