CASO GESCARTERA
El mayor fraude de la década ya tiene sentencia
Por María García Cirac2 min
Economía30-03-2008
El fallo del caso Gescartera, dictado por la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional, ha fijado indemnizaciones por un valor cercano a los 88 millones. A esta cantidad habrá que añadirle los intereses que se han generado desde el 14 de junio de 2001, por lo que los afectados por el fraude podrían llegar a percibir una cantidad cercana a los 125 millones.
Las victimas del fraude que llevó a cabo Gescartera ya pueden dormir un poco más tranquilas. El dueño de la agencia de valores, Antonio Camacho, ha sido condenado a 11 años de prisión y La Caixa y Caja Madrid han sido declaradas responsables subsidiarias. Tras siete años de espera por fin hay un veredicto, aunque no es el definitivo, ya que La Caixa y Caja Madrid han recurrido ante el Tribunal Supremo. Es decir, dentro de unos tres años se conocerá la sentencia final en la que se establecerá el reparto de las compensaciones, que podrán llegar hasta los 150 millones, puesto que durante el transcurso del juicio seguirán creándose intereses. Las dos entidades bancarias presentarán recursos debido a que, para ambas, sus actuaciones no estaban vinculadas con el delito -por lo que “no produjo ningún perjuicio patrimonial a los clientes de Gescartera”-, y además hay que fijarse en que el resto de acusados (Bolsa Consulting Madrid, Breston, Gescartera Gestión, Promociones Andolini y todas las personas físicas imputadas) no podrán hacer frente a sus correspondientes pagos. En otras palabras, esta insolvencia puede provocar que La Caixa y Caja Madrid tengan que hacer frente a un gran desembolso. En lo referente a las penas de cárcel, Camacho ha sido condenado a 11 años de los cuales ocho corresponden a apropiación indebida y los tres restantes se deben a falsedad documental. El director general de Gescartera tendrá que cumplir 10 años en prisión acusado por los mismos delitos que Camacho. Y así hasta llegar a un total de 52 años de prisión repartidos entre los ocho acusados. La otra cara de la moneda son las seis personas que han quedado absueltas. Ahora toca aguardar a la sentencia definitiva del Tribunal Supremo en la que los afectados esperan percibir lo que, por justicia, les corresponde.