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COLOMBIA

La muerte del ¬número dos¬ de las FARC trunca la libertad de Betancourt

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura4 min
Internacional02-03-2008

La última liberación unilateral por parte de las FARC, en la que cuatro exdiputados fueron entregados, parecía poner el regreso de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, un paso más cerca. Sin embargo, horas después el Ejército colombiano llevó a cabo una operación militarque podría convertir en papel mojado las gestiones realizadas hasta el momento para lograr el fin del calvario que viven los secuestrados por la guerrilla.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, proclamó el miércoles que estaba dispuesto a viajar él mismo en persona hasta la selva colombiana para traer de vuelta a Ingrid Betancourt, pero los últimos acontecimientos deberían hacerle cambiar de opinión. La muerte, en un bombardeo del Ejército colombiano, del número dos de las FARC y portavoz internacional de la guerrilla, Raúl Reyes, podría dificultar nuevas liberaciones de rehenes y, sobre todo, la de esta ex congresista que acapara la atención de los medios. El sábado, el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, daba cuenta de una operación militar en la frontera con Ecuador. Los bombardeos y la incursión del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano dio como resultado "el golpe más contundente a este grupo terrorista", afirmó Santos, sobre la muerte de Raúl Reyes y uno de los ideólogos de las FARC, Julián Conrado. La operación militar se produjo pocos días después de la liberación unilateral por parte de la guerrilla de cuatro congresistas: Gloria Polanco de Lozada, Orlando Beltrán Cuéllar, Luis Eladio Pérez y Jorge Eduardo Géchem Turbay. Esta fue la última liberación que están dispuestos a llevar a cabo las FARC, según aseguraron desde la guerrilla. Esta afirmación de las FARC se reafirma después de la operación militar de Colombia que ha generado reproches de Ecuador, pero, sobre todo, de Venezuela. El presidente ecuatoriano Rafael Correa ha ordenado una investigación sobre los detalles de ese operativo que ha resultado en la violación de las fronteras nacionales, aunque se ha ofrecido para mediar entre el Gobierno de Álvaro Uribe y las FARC, que poseen bases en Ecuador. Más contundente se ha mostrado el presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de los principales artífices de la liberación de rehenes. El jefe de Estado de Venezuela calificó de "duro golpe al proceso de acuerdo humanitario en Colombia" la muerte del número dos de las FARC y criticó el "empecinamiento" de quienes "apuestan a una agudización del conflicto armado sobre la salida política y negociada, sin miramiento de sus graves consecuencias". Pero lo más preocupante a juicio de Chávez es que Colombia admita "alegremente" que su Ejército ha realizado la operación "violando la soberanía de un país vecino". Por ello, el presidente venezolano no dudó en advertir que una operación similar en su territorio nacional sería "causa de guerra". "Presidente Uribe piénselo bien, no se le vaya a ocurrir hacer eso por aquí", remachó Chávez. Mientras, en Colombia, el presidente Álvaro Uribe sólo tuvo felicitaciones para las Fuerzas Armadas y dijo "comprender" la preocupación de Correa por la violación de sus fronteras. Según aseguró, en el momento en el que se puso en marcha el operativo telefoneó a Correa para informarle del mismo, al tiempo que señaló que deberá ser el Derecho Internacional el que investigue la violación de las fronteras. Preocupación por Betancourt Al margen de este operativo militar, la liberación de los cuatro congresistas no sólo supone un nuevo aval a la gestión del conflicto con las FARC por parte de Chávez, sino que además resucita las esperanzas de que Betancourt, sea liberada. Seis años después de su secuestro, el caso Betancourt sigue centrando la mirada de los medios de comunicación, especialmente en Francia. Allí, el primer ministro galo, Francois Fillon, se hizo eco de las declaraciones de los congresistas liberados sobre el estado de salud de Betancourt para reclamar una vez más su liberación. El propio Sarkozy, en un nuevo golpe de efecto, dijo estar dispuesto a ir él mismo en persona a la selva colombiana a gestionar la liberación de su compatriota. Lo cierto es que las declaraciones de los cuatro congresistas liberados sobre el estado de salud de Betancourt son preocupantes. Según las mismas, la congresista franco-colombiana -cuenta con la doble nacionalidad- padece una hepatitis B crónica y su aguerrido carácter ha cedido, para dejar paso al abandono y la desesperanza. Quizá por ello Chávez ha reclamado al jefe de las FARC, Manuel Marulanda, que mientras tramitan la liberación de Betancourt, ésta sea trasladada a un comando más cercano al propio Marulanda, porque las condiciones de su cautiverio son "muy delicadas". Según los liberados, las FARC "se han ensañado con Betancourt". Aunque de momento no hay respuesta oficial por parte de las FARC a la propuesta de Chávez, lo cierto es que la última operación militar de Colombia no ayudará a su liberación o a la del resto de rehenes de la guerrilla. En todo caso, ser el centro de la opinión pública internacional, puede ayudar a Betancourt, toda vez que supone una presión que las FARC pueden tener en cuenta para mostrar la buena cara de su guerra.