PREMIOS GOYA

¬La soledad¬, triunfo sorpresa en los Goya

Por LaSemana.es2 min

Espectáculos03-02-2008

Parecía que los Goya del 2007 eran un duelo entre el filme español más taquillero, El orfanato, y el relato histórico de Las trece rosas. Si acaso quedaría algo para un drama urbano como Siete mesas de billar francés. Sin embargo, la Academia ha sorprendido y ha elegido La soledad como mejor película y a Jaime Rosales como mejor director. Una inesperada opción por una visión distinta en el cine español.

La película de Jaime Rosales ha conseguido tres premios, los dos principales y el de mejor actor revelación para José Luis Torrijo. En sus discurso Rosales ha querido referirse primero a los niños pequeños que serán futuros cinéfilos y después a un grupo de directores que constituyen lo que podría llamarse cine independiente español: Iván Zulueta, José Luis Guerín y Joaquim Jordá, entre otros, incluido él mismo, aunque confirmado en este 3 de febrero como un opción perfectamente válida para todos los públicos. Otra parte más humilde del cine español estuvo representada por la película Bajo las estrellas, de Félix Viscarret. Su película también se ha colado entre las vencedoras, con el premio a mejor actor para Alberto San Juan y mejor guión adaptado. Una de las ovaciones más destacadas de la noche la recibió Maribel Verdú, quien se hizo con el Goya a mejor actriz después de cuatro candidaturas. Los premios de guión fueron a manos de dos operas primas: la ya mencionada Bajo las estrellas y El orfanato, mejor guión original, una historia que, según su gionista Sergo G. Sánchez, “llevaba diez años en un cajón” y que a finales de diciembre había recaudado un total de 23 millones de euros. El resto de candidaturas se repartieron por todo el patio de butacas del Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Esta vez no hubo un Volver ni Mar adentro ni nada similar. Aunque económicamente 2007 haya sido un soliloquio de El orfanato, seguida por Rec, los Goya ha sido para todos. La gala, muchas veces noticia más importante que los premios, ha repetido con José Corbacho. El humorista ha sabido darle gracia sus intervenciones con parodias de los títulos candidatos y con sus ya habituales cambios de vestuario. La duración ha seguido siendo un problema, aunque este año menor. Una consecuencia positiva de la emisión en diferido de la gala a través de la televisión.