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ELECCIONES

El Gobierno carga con dureza contra la Iglesia, que pide no votar al PSOE

Por Ángel PradaTiempo de lectura3 min
España02-02-2008

¬Integrista, fundamentalista, y neoconservadora¬, así es como ha calificado el Gobierno socialista, por medio del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a la jerarquía de la Iglesia Española, la cual, a través de un comunicado pidió a sus fieles que no voten a quien negocia con ETA. Unas acusaciones ante las cuales los socialistas se han sentido aludidos y que han servido para calentar la precampaña electoral a poco más de un mes para las elecciones.

Los socialistas están incómodos con la presencia de la Iglesia en la vida pública. Ya el 30 de diciembre del pasado año, cuando se celebró la multitudinaria manifestación en Madrid convocada por la Conferencia Episcopal Española (CEE), al Gobierno le disgustó que la Iglesia arremetiera contra ellos, contra algunas de las leyes puestas en vigor durante la legislatura de José Luís Rodríguez Zapatero como la ley del “divorcio exprés” o la ley del matrimonio homosexual. Ahora, ante la nota publicada por la Conferencia Episcopal, en la que se señala que no se vote a quien gobierna con ETA y rechazando algunas leyes socialistas por considerarlas “gravísimamente injustas” y que además “deben ser cambiadas por lesionar derechos fundamentales”, el PSOE se muestra más crítico con la jerarquía eclesiástica. Juan Antonio Martínez Camino, portavoz de los obispos en España, fue el responsable de la lectura de la nota de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ante las elecciones generales de 2008, en la que se señalaba, además, que “los católicos deben votar programas compatibles con la fe cristiana” como la “defensa de la vida humana desde la concepción” y la promoción de la familia “fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer”. Asimismo, criticaba “las dificultades para incorporar el estudio de la religión católica en la escuela pública” y a la nueva asignatura de la Educación para la Ciudadanía. Martínez Camino, en representación de la Iglesia, pidió que no se vote a quien gobierna con ETA, y, también, el obispo añadió respecto al terrorismo: “Una sociedad justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político. El PSOE no tardó en sentirse aludido ante estas palabras y ya ha señalado su malestar por la intromisión de la Iglesia en la vida política en precampaña electoral. Así, su líder político, José Luís Rodríguez Zapatero, indicó que los obispos “no tienen derecho” a utilizar el terrorismo en campaña”. “Si no se lo hemos aceptado a Rajoy, tampoco se lo vamos a aceptar a ellos”, dijo. Zapatero, subrayó que “los obispos tienen el derecho a pedir el voto para el PP, pero que esta vez han caído en la tentación de usar el terrorismo en campaña”. Un tema delicado para los socialistas ante las frustradas negociaciones con ETA. Por otra parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que “los obispos se deben sólo a sus fieles”. De la Vega, ha pedido a los prelados que respeten la separación entre la Iglesia y Estado que marca la Constitución, insistiendo en que el terrorismo nunca debe ser instrumentalizado con fines políticos. Sin embargo, la respuesta más dura fue la que practicó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien acusó a la jerarquía eclesiástica de ser ¬integrista, fundamentalista, y neoconservadora¬. Además de expresar su deseo por “mantener un mejor nivel en la relación con la Santa Sede”, Moratinos aseguró no entender la postura mostrada por los obispos. En ese sentido, manifestó su opinión “como católico, no sólo como militante socialista”, y expresó su “indignación y perplejidad. “No creo que ningún católico del siglo XXI lo pueda entender", sentenció. Por su parte, la diócesis de Alicante, al igual que la Esclesia Plural (sector eclesiástico de Cataluña), no están conformes con el comunicado de la Conferencia. La diócesis de Alicante reclamó a al Iglesia más distancia de los políticos, reclama una “distancia crítica” de todos los partidos y considera “preocupante” que sus promesas estén “condicionadas por intereses electoralistas inmediatos”.