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ETA

El juez ve diferencias y coincidencias en las denuncias de Portu y Sarasola

Por Irene E. SánchezTiempo de lectura4 min
España11-01-2008

El pasado día de Reyes trajo consigo regalos y una doble detención en Arrasate (Guipúzcoa). Igor Portu y Martín Sarasola son los protagonistas de la misma y los etarras que, junto al huido Mikel Sebastián, llevaron a cabo el atentado de la T-4 el pasado 30 de diciembre de 2006, tras haber roto con el alto al fuego que la banda había propuesto en marzo del mismo año. Tras su ingreso en el calabozo, Portu declaró haber sido maltratado por la Guardia Civil horas después de la detención.

Si en algo coinciden las declaraciones por separado de Igor Portu y Martín Sarasola según el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska es, antes que nada, en el lugar al que supuestamente la Guardia Civil les llevó y presuntamente torturó a Portu; más tarde, en que no había ningún control, y, por último, en que la propia detención no se llevó a cabo a través de la fuerza. En ello difieren de lo que advierte el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en relación con la forma en que les detuvo el pasado 6 de enero la Guardia Civil: “La información que nos facilita la Guardia Civil es que en ningún momento se quejan y que no hay nada que pueda presumir que tengan unas lesiones distintas de las que se corresponden con la detención descrita, que es evidente que se realiza con fuerza. Ellos salen corriendo, cuatro guardias civiles van detrás, se abalanzan… y en ese momento hay forcejeos, hay fuerza, y así se le comunica a la Audiencia Nacional.” Apoyaron el lunes 7 las denuncias de Portu las alrededor de 200 personas que se agolparon ante el hospital donde permanece ingresado. Aluden sus defensores que no es la primera vez que sucede, puesto que uno de los últimos etarras detenidos, Gorka Lupiáñez Mintegi, reconoció del mismo modo haber sido maltratado por las autoridades, algo que, sin embargo, no ocurrió con Sarasola, que pese a confesar haber sido el autor de los hechos que se les imputaban, negó no obstante haber sufrido algún tipo de maltrato; algo que pone en duda los argumentos de Portu. Las declaraciones de Rubalcaba y las vacilaciones de Grande-Marlaska en torno a las declaraciones vertidas por ambos detenidos, llegan tras las denuncias de Portu con respecto al trato recibido por la Policía y la Guardia Civil el día de la detención. Una vez fuera del calabozo, al que enviaron a ambos etarras la noche de la captura, y previo al interrogatorio de la Policía, el médico forense examinó a los dos miembros de ETA. Portu, una vez reconocido, fue enviado al Hospital Donostia de San Sebastián, dado que, como informa el parte médico, Portu ingresó en la unidad de Cuidados Médicos Intensivos (CMI) con “policontusiones, fractura del noveno arco costal izquierdo, contusión pulmonar, hemoneumotórax izquierdo e importante enfisema subcutáneo desde la región cervical hasta pelvis”. El parte añade incluso declaraciones del presunto afectado, que aseguró ser “golpeado con puños y patadas en cara, tórax, abdomen y extremidades inferiores”. Las investigaciones posteriores a la detención de Portu y Sarasola aclaran que ambos pertenecen a un comando del que, de la misma forma, son miembros Mikel Sebastián y José Iturbide. Los tres primeros fueron los autores de la masacre de Barajas, que tuvo lugar hace apenas un año en la capital madrileña. Sarasola reconoció haber sido el autor de los hechos junto a sus dos colegas. Desde Interior se afirma que las declaraciones son verdaderas, dado que los datos aportados sólo pueden ser facilitados por éste. Un ejemplo es la información que proporcionó en relación con la preparación del atentado. Así, reconoció haber visitado el aeropuerto con una muleta y un troller para inspeccionar la zona, algo que comprobaron las cámaras de seguridad de Barajas. La detención de los dos miembros de la banda terrorista el pasado domingo 6 de enero tuvo lugar en Arrasate (Guipúzcoa). Les interceptaron enseguida dos revólveres envueltos en plástico y que, según la Guardia Civil, parecían por su estado haber sido obtenidos hacía poco tiempo. Consiguieron a su vez un croquis que llevaba a un zulo en Sabiñánigo (Huesca) en el que al día siguiente encontrarían 25 kilos de explosivos. Un kilo más se encontró dos días después en otro escondite de Lesaka, gracias a la información aportada por Sarasola. Desde Arrasate se dirigieron a la localidad donde ambos tienen su residencia habitual, Lesaka. Es allí cuando la Guardia Civil procedió al registro de los domicilios, con la presencia de ambos etarras detenidos. Portu el jueves 10 y Sarasola el viernes 11 fueron acusados por Grande Marlaska por los mismos delitos: de integración en organización terrorista, de tenencia de armas y explosivos, los intervenidos en los zulos de Sabiñánigo (Huesca) y Lesaka (Navarra), dos de asesinato por dos fallecidos en la T-4 y otros dos de estragos: el primero por el atentado de Barajas y otro por la autocaravana que los terroristas hicieron estallar el pasado agosto en Castellón.