Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

RELACIONES EXTERIORES

La visita de Moratinos a Marruecos acelera el retorno del embajador alauí

Por Irene E. SánchezTiempo de lectura3 min
España04-01-2008

Días “lamentables”. Así es como calificó Mohamed VI la situación que rodeó la visita de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía el pasado noviembre a Ceuta y Melilla, “ciudades ocupadas” según el Gobierno marroquí. Un total de 15.000 banderas españolas arroparon cálidamente a los monarcas españoles, aunque esto no sirvió para convencer al Rey alauí.

Mohamed VI llamó a consultas a su embajador en España, Omar Azziman, y advirtió, a través del portavoz de su Gobierno, Jalid Naciri, que "existen unas líneas rojas relativas a la integridad territorial de Marruecos que no deben ser traspasadas". La visita de los monarcas españoles se tornó conflictiva incluso antes de llevarse a cabo. Se reconoció la gravedad de la misma a través de las palabras del Gobierno marroquí: “como seguimiento a la lamentable visita de su majestad el Rey Juan Carlos I, los 5 y 6 de noviembre, a las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla”. Ante el inminente viaje, el rey de Marruecos, Mohamed VI, pensó que las líneas descritas iban a ser traspasadas, por lo que tomó la decisión de obligar el regreso del embajador de Marruecos en España a su tierra. Oman Azziman ha permanecido en su país natal hasta hoy, y es por ello que, ante la incertidumbre, el Gobierno español decidió “restablecer las relaciones bilaterales” y enviar al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con el propósito de entablar de nuevo la “relación de amistad” que habían pactado ambas naciones previo al conflicto de noviembre. En su reciente visita a Rabat, Moratinos entregó a su colega marroquí Taib Farsi Fihri una carta proveniente del presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que pedía al monarca alauí que considerase la relevancia de volver a mantener relaciones de confianza entre ambos países y la necesidad de “recuperar el diálogo” para basarse de nuevo en el tratado de amistad que mantienen firmado. Moratinos confirma que se habló durante el encuentro acerca de Ceuta y Melilla, pero que las posiciones frente al tema “son divergentes y conocidas”. Pese a la voluntad compartida de que los asuntos conflictivos volvieran cuanto antes a la normalidad, de la carta entregada a Farsi Fihri dependería, según el acuerdo de ambos homólogos, el retorno próximo o lejano del embajador marroquí a España. Las noticias en Rabat a tan sólo dos días del encuentro advertían de la “cercana” vuelta de Azziman a España. “Sin condiciones previas, la próxima semana” anunciaba el diario de mayor tirada del país, ‘Al Massae’. La actividad diplomática del ministro español no sólo quedó en Marruecos la pasada semana. De tal forma, horas después de su encuentro con Farsi Fihri, el ministro se trasladó de nuevo a Madrid para recibir a las dos mujeres secuestradas en Somalia el pasado 26 de diciembre durante el ejercicio de su voluntariado. Moratinos protagonizó conversaciones con el primer ministro somalí, Nor Hassan Hussein, a raíz del secuestro, dado que una de las dos mujeres en cautiverio, la médico Mercedes García, es de nacionalidad española. A Hassan Hussein pidió que “se preservase la seguridad” de ambas cooperantes de Médicos Sin Fronteras. El “mensaje esperanzador” que lanzó de vuelta el ministro somalí se hizo real el 3 de enero. Cansadas, pero en perfecto estado de salud, tal y como advirtiera una semana antes el presidente de Puntlandia (Somalia), Adde Musse, llegaron por fin a España al aeropuerto de Madrid en plena noche, procedentes de Bozazo, donde fueron secuestradas durante ocho días. El ministro de Asuntos Exteriores aseguró un día antes de la llegada que la liberación de la doctora española Mercedes García y de la enfermera argentina Pilar Bauza se consiguió “mediante negociación y sin pagar ningún rescate”, cuando los secuestradores pedían hasta 250.000 dólares por su libertad.