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INMIGRACIÓN

Una de cada diez personas censadas en España es extranjera

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura3 min
Economía23-12-2007

Más allá de lo rimbombante del término “globalización”, éste fenómeno, presente día a día con más fuerza en la sociedad, deja consecuencias y produce cambios en el mundo. La apertura de fronteras ha hecho que la sociedad española se enfrente a un hecho: la llegada de gente de otros países está transformando de manera considerable la radiografía del país.

Según datos extraídos del boletín estadístico de extranjería e inmigración de octubre de 2007 publicado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, el 8,34 por ciento de la población que reside en España corresponde a extranjeros con residencia en vigor. Otros datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que el número de extranjeros censados en poblaciones españolas hasta este 2007 supone el 9,93 por ciento de la población española. Casi uno de cada diez de nuestros vecinos no son de nacionalidad española. ¿De dónde son? La similitud cultural influye mucho y es por ello que la mayoría de los inmigrantes provienen de Iberoamérica (36,21 por ciento, según el censo del INE de 2006). Después, continúan los venidos como consecuencia de la apertura de fronteras de la Unión Europea (34,45 por ciento), seguidos de los del norte de África (14,83 por ciento), Europa no comunitaria (4,40 por ciento), África subsahariana (4,12 por ciento), Extremo Oriente (2,72 por ciento), el Subcontinente indio (1,67 por ciento), América del Norte (0,66 por ciento) y Filipinas (0,48 por ciento). Más concretamente, por países, según datos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración del mes de septiembre de 2007, los extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor pertenecen principalmente a Marruecos (16,72 por ciento), Rumanía (13,52 por ciento), Ecuador (10,35 por ciento), Colombia (6,59 por ciento) y Reino Unido (5,15 por ciento). Es de destacar el caso de Rumanía, uno de los últimos países en entrar en la Europa de los 27: en 2001 había 31.641 rumanos en España, hoy son más de medio millón; esto es, en apenas cinco años, el volumen de rumanos ha ascendido un 1.187 por ciento. ¿A dónde van y a qué se dedican? En cuanto a su trabajo, el sector de los servicios se lleva la palma en cuanto a contratación de extranjeros, seguido del de la construcción. Según datos del estudio “Mercado de trabajo de los extranjeros. 2006” del Observatorio Permanente de la Inmigración, “las actividades económicas más relevantes por su tasa de extranjería son Hogares que emplean servicio doméstico (38,86 por ciento) y agricultura (29,54 por ciento). Le siguen Construcción, Hostelería y Pesca, con tasas por encima del 25 por ciento”. Y en cuanto a los lugares de destino, los inmigrantes van principalmente a las zonas donde se necesita más gente en los sectores antes mencionados, es decir, Madrid y las ciudades de alrededores, los lugares de costa y las islas. Es por ello que no es de extrañar que el 44,81 por ciento de todos los inmigrantes censados en España se reparten entre tan sólo tres provincias: Madrid, Barcelona y Alicante. ¿Qué suponen para la economía española? Salvo excepciones, la mayoría de los inmigrantes vienen a España a trabajar. Precisamente, el 83,3 por ciento de la población extranjera con autorización de residencia se encuentra en edad laboral (16-64 años). Dentro de las cifras de la Seguridad Social, a fecha octubre de 2007, un 11,14 por ciento de los trabajadores dados de alta son extranjeros. En cuanto al Producto Interior Bruto (PIB) son muchos los que apuntan a que los inmigrantes han sido los responsables principales de que el PIB español haya subido una media del 3,1 por ciento anual durante los cinco últimos años. Según un estudio sobre la “Inmigración y la Economía Española (1996-2006)” elaborado por la Oficina Económica de Moncloa, precisamente un 1,6 por ciento del 3,1 por ciento lo explica la inmigración. Por si fuera poco, este informe se atreve a calcular y a dar un dato directamente relacionado con la tesis a favor de la inmigración: “la entrada de inmigrantes en España ha permitido que entre 1996 y 2005, la renta per cápita haya mejorado en 623 euros por español, un 3 por ciento más”.