Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

TENIS

Estados Unidos rompe su ‘sequía’ más larga en la Copa Davis

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura3 min
Deportes02-12-2007

La tierra batida del Estadio Olímpico de Moscú había sido testigo, en 1995, de la última hazaña estadounidense, en la que Pete Sampras, entonces en el auge de su carrera, fue decisivo para levantar las dos derrotas que sufrió su compañero Jim Courier. En 1997, Estados volvió a disputar la final, pero cayó por 5-0 en Suecia; lo hizo también en 2004, por 3-2, contra España… y hasta ahora. Pese a ser el país con más victorias en la Copa Davis, el tenis yanqui nunca había pasado una racha tan aciaga: ahora bien, se resarció en Portland contra su viejo enemigo, que cayó por 4-1.

Ya sin los míticos Sampras y Andre Agassi, el tenis estadounidense llevaba tiempo intentando encontrar su rumbo: finalmente, con el factor cancha a favor, Patrick McEnroe encontró la fórmula para acompañar a la mejor pareja de dobles del mundo -un punto prácticamente seguro- con dos jugadores capaces de batirse con garantías en los duelos individuales. El estilo de Andy Roddick, poderoso en el saque y falto de muchos más recursos, bastó para doblegar a Dmitry Tursunov, pero quien sacó las castañas del fuego fue un hombre de más recorrido, aunque aún no ha llamado a la puerta de los grandes torneos: James Blake, quien resolvió el punto más difícil de la eliminatoria, el segundo duelo individual, contra un combativo Mikhail Youzhny. El capitán ruso, Shamil Tarpishev, anunció la víspera de empezar la eliminatoria que reservaba a su mejor jugador, Nikolay Davydenko, pero en el punto de dobles -el único que disputó- fue el eslabón más débil, por el que los hermanos Mike y Bob Bryan rompieron a la dupla que formó con Igor Andreev, que tan sólo pudo consolarse con el punto ganado, ya en una última jornada intrascendente, a un Bob Bryan al que McEnroe premió con un partido individual: 6-3 y 7-6 (7-4 en la muerte súbita). En el quinto punto, Blake cedió la primera manga, pero no se dejó sorprender por Tursunov, que volvió a morder el polvo por 1-6, 6-3 y 7-5. El camino a la final Rusia empezó la competición ganando en la primera ronda, no sin apuros, a Chile (2-3), que jugó sus opciones a la carta del rendimiento de Fernando González, entonces en un gran pico de forma, pero Andreev -que ganó sus dos partidos individuales- y Marat Safin, que derrotó a Nicolás Massú, impidieron la eliminación del vigente campeón. Tampoco fue sencillo el cruce contra Francia (3-2) en los cuartos de final: Tarpishev repartió entre sus cuatro hombres -Davydenko, Youzhny, Andreev y Savin- los partidos individuales, pero el experimento no salió todo lo bien que se esperaba y hubo que esperar al punto de dobles para decantar la eliminatoria. La semifinal contra Alemania, de nuevo resuelta por 3-2, tras remontar en los dos últimos partidos individuales, levantó más polvareda por el supuesto envenenamiento de Tommy Haas, que no pudo disputar la última jornada por una indisposición gastrointestinal. Los estadounidenses, en tanto, empezaron su andadura con un viaje no tan difícil como se esperaba a la República Checa, que solventaron por 1-4, después de que Roddick ganase a Tomas Berdych el cuarto punto de la eliminatoria. Después, ya en su país, se tomaron la revancha de la derrota de 2004 en La Cartuja; sin Rafael Nadal, Estados Unidos resolvió por la vía rápida y sólo Tommy Robredo pudo maquillar la derrota (4-1). En semifinales, la víctima fue otro clásico de la Copa Davis: Suecia, que volvió a caer por 1-4.