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MUSEOS

El Museo del Prado celebra su 188 aniversario con un homenaje a Velázquez

Por Adriana EscaladaTiempo de lectura2 min
Cultura19-11-2007

La National Gallery ha cedido al Museo del Prado a la Venus del Espejo, de Velázquez. La última vez que se expuso en el Prado fue en 1990, con motivo de una antológica dedicada al artista. Es una de sus obras más importantes que se conserva fuera de España y formará parte de la exposición Fábulas de Velázquez, Mitología e Historia Sagrada del Siglo de Oro.

El rey don Juan Carlos fue el encargado de inaugurar esta exposición, en la sala de Las Meninas. El monarca, junto a la reina doña Sofía pudieron admirar estas obras en un recorrido junto al ministro de Cultura, César Antonio Molina; el presidente del Patronato del Museo, Plácido Arango; el director del Prado, Miguel Zugaza, y el comisario de la muestra, Javier Portús. A las pinturas de Velázquez le acompañarán en esta exposición 24 obras de 17 artistas diferentes, como las esculturas de Martínez Montañés y Gregorio Fernández; pinturas de Tiziano y Caravaggio; obras de grandes artistas de su generación y la anterior como el Greco, Rivera o Zurbarán; y piezas de los principales pintores extranjeros en activo cuya obra conoció y en algún caso influyó como Rubens, Poussin, Claudio de Lorena, Guercino, Guido Reni o Máximo Stanzione. Velázquez pintó unos 130 cuadros durante cuadro décadas de actividad, de los que casi 100 son retratos, en especial de la familia del rey Felipe IV. La muestra se abre con Cristo en casa de Marta y María, Inmaculada Concepción y San Juan Evangelista y La cena de Emaús, prestada esta última por el Museo de Dublín. Y acaba con Las hilanderas. Para dividir este periodo se han marcado tres espacios a través de tres colores diferentes. El primero muestra al Velázquez naturalista, lenguaje que sabe adaptar y con el que demuestra que se puede actualizar el mito antiguo, como hace en Los borrachos\. El segundo periodo es el del Velázquez clasicista de su viaje a Roma y el de las obras religiosas pintadas cuando regresó a España. El tercer espacio acerca al espectador al Velázquez más cortesano, que se empapa de las colecciones reales y que se abre al color. Además de la muestra, el museo ha organizado actividades complementarias educativas que consisten en unos itinerarios, un recorrido y explicación didáctica de la exposición, y un curso monográfico tituladoVelázquez. La narración y sus contextos. Las pinturas de la muestra reflejan el camino recorrido por el artista desde 1618 hasta antes de su muerte.