CINE
Spielberg recibirá el Globo de Oro de Honor
Por Eduardo Iglesias3 min
Espectáculos14-11-2007
Ya cuenta con seis Globos de Oro en sus estanterías, pero el próximo, además de seguro, será muy especial. Steven Spielberg, uno de los directores y productores de cine más importantes de la historia, será homenajeado en la próxima edición de los Globos de Oro. La noche del 13 de enero recibirá el Globo de Oro honorífico en reconocimiento a su carrera. Seguramente no sea el mejor, ni el más importante, ni siquiera el más rentable, pero es un símbolo de una generación de cineastas americanos y una referencia insustituible para la cultura popular mundial.
El cine de los años 70, 80 y 90 no puede ser el mismo sin Spielberg. Ya desde el principio de su carrera en cine -había debutado con series de televisión y telefilmes- sentó cátedra. Su segunda película fue Tiburón, seguida de Encuentros en la tercera fase. Poco después creó quizá sus dos personajes más importantes. Por una parte, E.T., el extraterrestre, icono de una época y una de sus muchas visiones cariñosas de los alienígenas. Por otro lado, la recuperación a alto nivel -cuatro Oscar y otras tantas candidaturas, incluida mejor película- del cine de aventuras con Indiana Jones en busca del arca perdida y sus dos secuelas. Spielberg definió su cine con una frase: “Hago el cine que me gusta ver como espectador”. Su marca de la casa siempre ha sido el cine comerical con calidad. No en vano ha ocupado durante muchos años la lista de las personas más ricas de Hollywood, hasta imponérselo el sobrenombre de Rey Midas. A ese gusto por un cine de entretenimiento se fue uniendo a lo largo de los año suna actitud más reflexiva y comprometida. El máximo exponente del cine comercial se puso serio en los 80 con El color púrpura y El imperio del sol. Pero el punto y aparte lo marcó La lista de Schindler, una cruda historia sobre el Holocausto judío. Spielberg ganó sus primeros Oscar a mejor película y director y a la vez se reconcilió con sus raíces judías. Otra reconciliación en cierto modo fue Salvar al soldado Ryan -Oscar al mejor director-, aunque en esta ocasión con su padre, que combatió en la II Guerra Mundial y con quien tuvo problemas tras su divorcio. Este filme fue el cierre de la década de los 90, años en los que dirigió otros títulos como Parque Jurásico y Hook. La última década ha sido otra época de gran nivel, con algunos altibajos -siempre teniendo en cuenta el talento del director-, donde quedan para el recuerdo especialmente Inteligencia artificial, a partir de una idea original de Kubrick, y Munich, de nuevo sobre otra faceta del pueblo judío. Actualmente termina el rodaje de la cuarta entrega de Indiana Jones, su personaje más destacado, y prepara una biografía sobre el presidente americano Abraham Lincoln. Inseparable de su legado como director, está su faceta como productor. Lo ha hecho a través de dos compañías, Amblin y Dreamworks, ambas revolucionarias, especialmente esta última, responsable de grandes filmes de los últimos diez años, como American Beauty, Shrek, Banderas de nuestros padres y Gladiator. Ha apoyado en su carrera a importantes directores como Robert Zemeckis, Sam Mendes, Clint Eastwood y Woody Allen. Pasando lista a sus éxitos, quedan para el recuento sus tres Oscar, sus siete candidaturas, además de seis Globos de Oro y otras doce nominaciones a estos premios. Como parte de su época, es una de las cabezas visibles de la generación de directores que debutó en los 70. Entre sus colegas están George Lucas, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese y Brian de Palma. Su vinculación es tal que, además de trabajar juntos frecuentemente, Spielberg, Coppola y Lucas fueron los encargados de entregar el Oscar a mejor director a Scorsese por Infiltrados.