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TERCER TRIMESTRE

La economía española se desacelera, aunque crece un 3,7 por ciento

Por Noa Beade MuiñosTiempo de lectura2 min
Economía03-11-2007

El Banco de España ha confirmado, en su último boletín económico, la desaceleración de la actividad económica en España, aunque, eso sí, el Producto Interior Bruto (PIB) siguió creciendo a un ritmo del 3,7 por ciento en el tercer trimestre, tres décimas menos que en los tres meses precedentes.

Las previsiones que ha hecho públicas la entidad que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez colocan a España en una fase de clara desaceleración económica entre julio y septiembre. En sólo tres meses, el PIB ha pasado de crecer el cuatro por ciento al 3,7 por ciento en términos interanuales (sobre el mismo periodo de 2006). La desaceleración es aún mayor si el crecimiento del tercer trimestre se mide respecto al segundo (tasa intertrimestral), con un avance de sólo el 0,6 por ciento, cuando en los anteriores trimestres este repunte había sido siempre muy superior, oscilando entre el 0,9 y el uno por ciento. Según explica el Banco de España, el estancamiento se atribuye a la “menor pujanza” de la demanda interna, cuya expansión (4,3 por ciento en tasa interanual) fue durante el tercer trimestre tres décimas inferior debido a la moderación del consumo privado y de la inversión en bienes de equipo y construcción. Los últimos datos sobre el sector de la construcción ya habían avanzado una importante moderación inmobiliaria. Los precios de la vivienda crecen por debajo del siete por ciento (frente a aumentos de dos dígitos de años atrás), la compraventa de pisos cae al 12 por ciento y el número de hipotecas suscritas también lo hace a un ritmo acumulativo del cuatro por ciento anual. La entidad también advirtió de los posibles efectos negativos para la economía de una generalización de las cláusulas de revisión salarial. El ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, calificó de “correctos” los planteamientos del Banco de España y aseguró que ligar los salarios al incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) sin tener en cuenta las mejoras de productividad puede mermar la competitividad de las empresas. No obstante, admitió que las negociaciones salariales han sido “prudentes”. Estas advertencias se producen después de que el vicepresidente calificara de “mala noticia sin paliativos” el alza de la inflación en nueve décimas, hasta el 3,6 por ciento, en octubre, según un avance del Instituto Nacional de Estadística (INE).