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AFGANISTÁN

Karzai ofrece cargos en el Gobierno a los talibanes tras una nueva matanza

Por Miguel MartorellTiempo de lectura3 min
Internacional30-09-2007

Las buenas noticias que la pasada semana llegaron de Afganistán se vieron empañadas por la masacre causada por un ataque suicida en Kabul. Pocas horas antes de conocerse la liberación de cuatro cooperantes de la Cruz Roja secuestrados, un atentado se llevaba la vida de 31 personas en la capital. Ante el horror, el presidente afgano, Hamid Karzai, realizó una nueva llamada a la paz a los talibanes y les ofreció, para acabar con la violencia, un cargo en el Gobierno que él mismo lidera.

"Si sé dónde vive no hay necesidad de que venga a verme, yo iré personalmente allí y me pondré en contacto con él", aseguró el presidente de Afganistán. "¿Estimado mulá, señor, y estimado Hekmatyar, señor, porque están destruyendo el país?", se lamentó Karzai, en una llamada al mulá Omar, ex presidente y líder de los talibanes, y a Gulbuddin Hekmatyar, ex primer ministro y señor de la guerra en Afganistán. "Si un grupo talibán viene a mí y dice, presidente, queremos un departamento en este o en aquél ministerio o queremos el puesto de viceministro y no queremos luchar más, aceptaría porque quiero poner fin a los conflictos y a las luchas en Afganistán", aseguró Karzai, que deseó "una petición tan simple, porque si aspiraran a un Ministerio. Se lo daría". Aunque Estados Unidos ha mantenido hasta el momento que no aceptará negociaciones con los talibanes por ser un grupo terrorista, los informes de Naciones Unidas y la OTAN afirman que cada vez hay mayor número de estos militantes que quieren dejar las armas. De hecho, el embajador de la OTAN en Afganistán, Daan Everts, aseguró este mismo mes que trataría de explorar las posibilidades de una negociación Atentado suicida en Kabul Tan sólo unas pocas horas antes de que Karzai tendiera su mano a los talibanes, Kabul vivía una auténtica masacre terrorista, la mayor sangría desde que una bomba en un autobús de la Policía matará a 35 personas. La matanza se produjo en un barrio residencial de Kabul muy frecuentado a esas horas y la autoría fue asumida por los talibanes, según informó Al Yazira. Un joven de 28 años con explosivos adheridos a su cuerpo se hizo pasar por un soldado y subió a un autobús del Ejército afgano que recorría la capital recogiendo a los militares que se dirigían a su trabajo en el Ministerio de Defensa. La explosión fue devastadora, partió literalmente el autobús en dos y destrozó los cristales de todas las viviendas y comercios cercanos. "Durante 10 ó 15 segundos parecía una bomba atómica: fuego, humo y polvo por todas partes", explicó Mohammad Azim, un agente de la Policía que estaba presente en el lugar de los hechos. Muchos civiles que en ese momento pasaban por el lugar también se vieron afectados por la explosión. "En este momento, sólo puedo decir que hay 31 muertos, la mayoría de ellos militares", informó el ministro de Sanidad, Sayed Mohammad Amin Fatemi, que indicó que no se descarta un ascenso en el balance de fallecidos, porque 17 de los más de 30 heridos están en estado grave. Pedazos de carne colgaban de los árboles cercanos y los cuerpos más afectados por la deflagración estaban completamente irreconocibles. "Esto es un acto de extrema cobardía por parte de los que lo han cometido. La persona que hizo esto está contra la Humanidad, está contra el Islam", aseveró Hamid Karzai tras conocer los efectos devastadores del atentado. Liberación de los secuestrados En medio de la debacle terrorista una buena noticia llegó desde Afganistán: la liberación de los cuatro cooperantes del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) secuestrados por los talibanes. Los cuatro, un birmano, un macedonio y dos afganos, fueron secuestrados el 26 de septiembre en la provincia de Wardak mientras intentaban garantizar la liberación de otro rehén alemán. "La liberación incondicional de nuestros cuatro colegas supone un gran alivio para nosotros y para sus familias", declaró Franz Rauchenstein, subdirector de la delegación del CICR en Kabul, mientras un portavoz talibán admitía a la cadena árabe que los cooperantes habían sido secuestrados "por error". Además, tras conocerse, el día 24, la trágica muerte de dos soldados españoles en la provincia de Farah a consecuencia de un ataque talibán, se hizo pública la liberación de los dos militares italianos secuestrados el 22 de septiembre en Herat. La liberación se produjo tras una operación de las fuerzas italianas en colaboración con las Fuerzas Especiales inglesas. En el curso de la operación fueron abatidos cinco de los secuestradores, y otros nueve fueron detenidos, informó el Ministerio de Defensa de Italia. Entre los arrestados se encuentra el mulá Khoda Dad, líder del grupo y supuesto cerebro del secuestro.