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IRÁN

La visita del presidente iraní a Nueva York levanta polémica

Por Berta PardalTiempo de lectura2 min
Internacional29-09-2007

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, viajó la semana pasada a Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Aprovechó la ocasión para impartir varias conferencias y expresarse sobre su programa nuclear.

Ahmadineyad, en uno de esos eventos que tuvo lugar el pasado lunes en la Universidad de Columbia, se enfrentó con el rector del centro, Lee Bollinger, después de que éste lo presentara como "un dictador mezquino y cruel" y que su negación del Holocausto indicaba que era "descaradamente provocador o increíblemente inculto". Bollinger se refirió al presidente con preguntas en varias ocasiones aunque Ahmadineyad ignoró la mayoría y prosiguió con un largo discurso en el que habó de la ciencia como un regalo de Dios y se basó en el uso del conocimiento y el aprendizaje de forma pura y piadosa. El tono desafiante de sus palabras creció paulatinamente y el mandatario iraní se mostró contrario a cualquier aportación ajena o cuestión al respecto. Acusó a Israel de ocupación y racismo y rechazó las críticas sobre los Derechos Humanos en su país y, lo que fue más grave, la persecución de homosexuales con estas palabras: "en Irán, no tenemos homosexuales como en su país". No es de extrañar que una afirmación así provocara las carcajadas por parte de la audiencia. En el salón había un total de 700 personas, el 80 por ciento estudiantes y la mayoría acudió a la cita con camisetas en las que se leía “Detengan el Mal de Ahmadineyad". Respecto a la cuestión nuclear, el presidente iraní negó un fortuito conflicto armado con Occidente por su programa nuclear. "Creemos que los rumores de guerra son una herramienta de propaganda”, añadió. Sus palabras para Estados Unidos no fueron mucho más piadosas y afirmó: “nos oponemos a la manera como el Gobierno estadounidense intenta dirigir el mundo porque su método lleva a la guerra, discriminación y derramamiento de sangre". El agrio recibimiento al presidente no fue sólo el expresado desde la Universidad de Columbia. Las reacciones internacionales ante el tono y el contenido de la visita no se hicieron esperar. Su visita a Nueva York ocasionó protestas y manifestaciones e importantes grupos judíos condenaron la invitación que hizo la Universidad de Columbia. Muchos analistas apuntan a que el encuentro simplemente ha supuesto que Ahmadineyad continúe ganando tiempo para su programa nuclear y para quitarse presión política interna en Irán, donde su liderazgo está empezando a flaquear.