CRISIS HIPOTECARIA
La Fed da un respiro a la economía mundial
Por Paula Escalada Medrano1 min
Economía23-09-2007
En Europa suele ser el Banco Central Europeo (BCE) el encargado de sacar las castañas del fuego en las crisis económicas. En Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) es una de las que se encarga de ello. Pero, a pesar de estar separados en la distancia, la actuación de estos organismos repercute sobre los mercados del otro lado del océano.
Preocupada por la posible desaceleración económica de Estados Unidos (EE.UU.) ocasionada por la crisis de las hipotecas, la Reserva Federal (Fed) ha salido en ayuda del país. Tal y como esperaban y anunciaban los expertos, éste organismo ha recortado sus tipos de interés con el objetivo de reducir los efectos que esta crisis está ocasionando en la economía estadounidense. La bajada ha sido de medio punto, hasta el 4,75 por ciento. Los tipos de interés se mantenían en el 5,25 por ciento desde junio de 2006 y ésta ha sido la primera bajada en más de cuatro años, desde junio de 2003. La Reserva Federal sabía lo que hacía y la repercusión de su decisión fue inmediata. El mismo día del anuncio, el martes día 18, el precio del petróleo se disparaba, el euro marcaba máximos históricos frente al dólar al rozar el cambio los 1,40 dólares, y Wall Street cerraba la sesión y la semana con fuertes subidas. La actuación de la Fed no sólo tuvo consecuencias en América, sino que esta bajada de tipos de interés provocó un contagio de la euforia y todos los mercados europeos subieron. Así, el índice EuroSTOXX 50, que reúne los principales valores de la eurozona, cerró la pasada semana con una subida del 3,5 por ciento. Otros importantes índices bursátiles como son el de Londres, el de París o el de Francfort también subieron, un 2,6 por ciento, un 2,9 por ciento y un 3,9 por ciento, respectivamente. España no podía ser menos y el IBEX-35 cerró la semana al alza, con una ganancia del 4,2 por ciento, llegando hasta las 14.450,60 unidades. El mercado español no veía una subida así desde abril de 2003. La decisión de la Fed ha dado, por tanto, un respiro a lo que iba camino de convertirse una crisis de dimensiones impredecibles.