REFORMA DEL CGPJ

Los partidos acercan posturas pero el PSOE teme una “maniobra del PP"

Por Enrique García García2 min

España20-09-2007

Por primera vez, los distintos grupos políticos del Congreso, incluido el PP, se mostraron favorables a acercar posturas en relación a la reforma del CGPJ. Esto podría suponer un avance a la hora de renovar el máximo órgano de gobierno de los jueces, el cual, actúa en funciones desde hace diez meses.

Tras casi un año de estancamiento, el PP parece dispuesto sumarse de nuevo a las negociaciones por lo que se atisba la posibilidad de que los grupos parlamentarios alcancen por fin el acuerdo. De momento no se ha producido ningún avance de consideración, pero lo que sale de todos los grupos es lo mismo: voluntad de solucionar el estancamiento en el CGPJ que no puede, en condiciones normales, estar funcionando de forma temporal por tiempo indefinido. Las fuerzas políticas tienen que ponerse de acuerdo ahora sobre la composición del consejo, y no será fácil que se encuentre un equilibrio entre jueces conservadores y progresistas para integrarlo. El actual consejo en funciones fue nombrado en 2001 con una leve mayoría de magistrados “bien vistos” por el PP y todo parece indicar que, en la nueva composición, esta situación se invertirá. Por ello el PP intenta retrasar la reforma al menos hasta después de las elecciones ya que un resultado favorable en los comicios les podría otorgar una posición de privilegio a la hora de negociar muy distinta a la que tienen ahora, en minoría frente al Gobierno y sus socios. A los populares tampoco les agrada pactar con nacionalistas en este campo. Y es que, aunque el presidente el CGPJ es elegido por los vocales con una mayoría mínima necesaria de tres quintas partes de los veinte miembros, los nuevos vocales son elegidos de hecho -o “propuestos”- por los grupos parlamentarios, y tienen que ser aprobados en la cámara, de modo que haya suficiente mayoría tanto en el parlamento como en el CGPJ lleva anejo un presidente del Consejo también favorable. El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, se felicitaba por la decisión del PP de “desbloquear” la negociación pero, circunspecto, declaraba que espera que no se trate de algún tipo de “maniobra de distracción para ganar tiempo”. Y todo esto sucediendo con un fondo muy relacionado: la aprobación del nuevo Estatuto Fiscal en el Senado, donde la incomparecencia de 12 representantes populares fue clave para que el texto saliese adelante. El nuevo estatuto ha sido y sigue siendo muy polémico por la llamada “enmienda Bermejo” presentada directamente durante los trámites y que modifica un requisito para ser ascendido a fiscal de sala: el de que los candidatos deben ser propuestos al Gobierno por el Fiscal General “conforme” al informe del Consejo Fiscal. Si sale adelante el texto, el Fiscal General podrá proponer candidatos directamente al consejo de ministros, previo informa del CF y, si se tercia, del Fiscal General de la Comunidad autónoma correspondiente, con lo que se da más peso en la jerarquía a estos últimos.