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ORIENTE PRÓXIMO

Olmert y Abbas acuerdan ocho puntos para crear un Estado palestino

Por Berta Pardal Tiempo de lectura3 min
Internacional16-09-2007

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, pactaron un plan para la constitución del Estado palestino. Un proyecto que, como reflejan las informaciones filtradas por la agencia palestina Maan, tienen que ver con las fronteras vigentes hasta 1967 y Jerusalén como capital de los dos estados.

Hasta el momento la información no es oficial ya que es producto de la filtración de una copia del borrador de declaración de ocho principios en la agencia palestina Maan. Se trata de un escrito hebreo referido al acuerdo al que el primer ministro israelí espera llegar con el presidente palestino en la conferencia de paz para Oriente Próximo, prevista para noviembre. El objetivo que se extrae de la declaración muestra compromiso y colaboración por parte de los líderes en el camino hacia la construcción de un Estado palestino. La traducción del documento que se ha publicado dice: “el liderazgo israelí y el de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) deben implicarse de forma inmediata en una operación que, una vez completada, llevará al establecimiento de dos estados, israelí y palestino, según una declaración de principios y entendimiento básicos". La sentencia “Israel terminará su ocupación de Cisjordania en un tiempo determinado para la retirada gradual y evacuación de los asentamientos judíos" es el rezo y primero de los puntos en ese camino de construcción del Estado. Pero, a raíz de ésta, se encuentran a lo largo del texto un sinfín de matices y aportaciones como que "cada área evacuada será entregada a la Autoridad Palestina, donde la ley y el orden prevalecerán" o "la ley y el orden serán establecidos en Gaza como parte del proceso que permitirá a Israel ver a Cisjordania y la Franja como una entidad política única". El segundo epígrafe apuesta por la garantía de un Estado palestino desarmado de acuerdo con las fronteras de 1967 y subraya que estas fronteras se trazarán según las necesidades de seguridad, demográficas y humanitarias. En el tercer apartado Olmert y Abbas reconocen dos capitales para Jerusalén, una para Israel y otra para Palestina; en todas ellas, aclaran, “habrá cooperación entre ambas autoridades que permitirá una mejor administración de la vida social". El cuarto punto se refiere a los "acuerdos especiales" que se elaborarán para garantizar la seguridad en los lugares santos para todas las religiones, en los que una autoridad administrativa especial organizará el acceso a todas las poblaciones religiosas a los lugares santos en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Defienden en quinto lugar que “Palestina será declarada tierra natal nacional de la población palestina e Israel, lugar natal nacional del pueblo judío", mientras que el sexto reconoce la necesidad de "acordar una solución justa para el problema de los refugiados palestinos". Por último se apunta al recurso tanto de la Liga Árabe como de la Comunidad Internacional y el Cuarteto –Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y la ONU- para asistirlas en distintos modos con el objeto de impulsar un acuerdo final. La conclusión, según el comunicado difundido, apunta a que ambas partes dan por finalizado el conflicto y apuestan por conseguir, de manera conjunta, respaldo público y el fin del terrorismo y de la violencia en cualquiera de los dos Estados. Pero para que Israel comience a retirar sus tropas y evacuar los asentamientos en Cisjordania, el pacto debe ser consensuado antes de la conferencia de paz y, posteriormente, será presentada y materializada en resoluciones internacionales. En esta misma línea, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, se reunirá en Israel con Olmert y Abbas. Según informaciones publicadas en el diario Haaretz, ambos informarán a la diplomática sobre su acercamiento y progresos para acordar un documento que sirva de base para reanudar las negociaciones de paz entre ambas partes, estancadas desde el año 2001. La violencia continúa A pesar de los acuerdos para la convivencia de dos estados, la violencia no ha parado completamente. Más de 60 soldados israelíes resultaron heridos el pasado martes debido a la explosión de un cohete Qassam lanzado desde la Franja de Gaza. El artefacto alcanzó una base de entrenamiento de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), donde las tropas estaban durmiendo, anunció el Ejército israelí. La responsabilidad del ataque fue asumida por las Brigadas Salah A Din, brazo militar de los Comités de Resistencia Popular.